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Los riñones son los órganos más importantes del sistema urinario, se encargan de la filtración, absorción y reabsorción del agua, sales e iones que llegan para la producción de orina; son órganos pares con forma de judía o habichuela. En los seres humanos se ubican en los flancos, cada riñón tiene, aproximadamente, el tamaño de un puño cerrado y pesan entre 150g y 170g en un adulto promedio.
Los riñones en el ser humano están situados en la parte posterior del abdomen. Hay dos, uno a cada lado de la columna vertebral. El riñón derecho descansa detrás del hígado y el izquierdo debajo del diafragma y adyacente al bazo, separados de estos órganos por el peritoneo parietal posterior. Sobre cada riñón hay una glándula suprarrenal. La asimetría dentro de la cavidad abdominal causada por el hígado, da lugar a que el riñón derecho esté levemente más abajo que el izquierdo. Los riñones están ubicados en el retroperitoneo, por lo que se sitúan detrás del peritoneo, la guarnición de la cavidad abdominal. Se ubican entre la última vértebra torácica, y las tres primeras vértebras lumbares (de T12 a L3). Los polos superiores de los riñones están protegidos, parcialmente, por las costillas 11 y 12, y cada riñón está rodeado por dos capas de grasa (perirrenal y pararrenal) que ayudan a protegerlos.
Los riñones filtran la sangre del aparato circulatorio y eliminan los desechos (diversos residuos metabólicos del organismo, como son la urea, el ácido úrico, la creatinina, el potasio y el fósforo) mediante la orina, a través de un complejo sistema que incluye mecanismos de filtración, reabsorción y excreción. Diariamente los riñones filtran unos 200 litros de sangre para producir hasta 2 litros de orina. La orina baja continuamente hacia la vejiga a través de unos conductos llamados uréteres. La vejiga almacena la orina hasta el momento de su expulsión.
Se puede dar la ausencia congénita de uno o ambos riñones, conocida como agenesia renal unilateral o bilateral. En casos muy raros, es posible haber desarrollado tres o cuatro riñones.
Las especialidades médicas que estudian los riñones y las enfermedades que afectan al riñón se llaman urología y nefrología, esta última proviene del nombre griego antiguo para el riñón. El significado del adjetivo "relacionado con el riñón" proviene del latín renal.
El peso de los riñones equivale al 1 % del peso corporal total de una persona. Los riñones tienen un lado cóncavo mirando hacia adentro (intermedio). En este aspecto intermedio de cada riñón hay una abertura, llamada hilio, que admite la arterial renal, la vena renal y el uréter.
La porción externa del riñón se llama corteza renal, que descansa directamente debajo de la cápsula de tejido conectivo blando del riñón. Profundamente en la corteza lóbulo renal. La extremidad de cada pirámide (llamada la papila) se vacía en un cáliz, y los cálices se vacían en la pelvis renal. La pelvis transmite la orina a la vejiga urinaria vía el (uréter).
Corteza
Es la parte externa del riñón y tiene aproximadamente 1 cm de grosor, de coloración rojo parduzca y fácilmente distinguible al corte de la parte interna o medular. Forma un arco de tejido situado inmediatamente bajo la cápsula renal. De ella surgen proyecciones que se sitúan entre las unidades individuales de la médula y se denominan columnas de Bertin.
Contiene el 75 % de los glomérulos, los túbulos proximales y distales, recibe el 90 % del flujo sanguíneo renal y su principal función es la filtración, la reabsorción y la secreción.
Médula
Las pirámides renales (también llamadas pirámides de Malpighi) son tejidos del riñón con forma de cono. La médula renal está compuesta de 8 a 18 de estas subdivisiones cónicas. La amplia base de cada pirámide hace frente a la corteza renal, y su ápice, o papila, apunta internamente, descargando en el cáliz menor (que a modo de embudo confluye en la pelvis renal). Las pirámides parecen rayadas porque están formadas por segmentos paralelos rectos de túbulos renales.
Cada riñón recibe su flujo de sangre de la arteria renal, dos de ellas se ramifican de la aorta abdominal. La irrigación sanguínea de los dos riñones en condiciones normales es aproximadamente del 22% del gasto cardíaco. Al entrar en el hilio del riñón, la arteria renal se divide en arterias interlobulares más pequeñas situadas entre las papilas renales. En la médula externa, las arterias interlobares se ramifican en las arterias arqueadas, que van a lo largo de la frontera entre la médula y la corteza renal, todavía emitiendo ramas más pequeñas, las arterias corticales radiales(a veces llamadas las arterias interlobulillares). Las ramificaciones de estas arterias corticales son las arteriolas aferentes que proveen los tubos capilares glomerulares, que drenan en las arteriolas eferentes. Las arteriolas eferentes se dividen en los tubos capilares peritubulares que proporcionan una fuente extensa de sangre a la corteza. La sangre va a la médula (las que pertenecen a las nefronas yuxtamedulares), formando la baza recta. El suministro de sangre está íntimamente ligado a la presión arterial.
El flujo sanguíneo a los riñones disminuye en casos de insuficiencia cardíaca.
Nefrona
A nivel microscópico, el riñón está formado por 800.000 a 1.000.000 de unidades funcionales, que reciben el nombre de nefronas. Es en la nefrona donde se produce realmente la filtración del plasma sanguíneo y la formación de la orina; la nefrona es la unidad básica constituyente. En cada riñón existen unos aproximadamente 250 conductos colectores y cada uno recoge la orina de 4.000 nefronas.
Las nefronas regulan en el cuerpo el agua y la materia soluble (especialmente los electrolitos), al filtrar primero la sangre bajo presión, y enseguida reabsorbiendo algún líquido y moléculas necesarios nuevamente dentro de la sangre mientras que excretan otras moléculas innecesarias. La reabsorción y la secreción son logradas con los mecanismos de cotransporte y contratransporte establecidos en las nefronas y conductos de recolección asociados. La filtración de la sangre ocurre en el glomérulo, un apelotamiento de capilares que se encuentra dentro de una cápsula de Bowman.
Se puede decir que el proceso de la nefrona está dividido en tres pasos fundamentales:
Filtración: consiste en filtrar cierta cantidad de sangre a través de una membrana que existe entre la cápsula Bowman y el glomérulo. Esta filtración glomerular se da gracias a que existe una diferencia de presiones entre la presión sanguínea y la presión que hay dentro del glomérulo (55mmHg - 45mmHg), esta diferencia de presiones favorece que la sangre se filtre hacia dentro del glomérulo para que se de la formación de la orina primaria. A diario se filtra aproximadamente 180 litros de sangre.
Reabsorción: se da a nivel del túbulo contorneado proximal, específicamente en el asa de Henle, en donde a través del cerebro se dan órdenes al riñón para que absorba contenidos necesitados por el cuerpo
Secreción: es lo contrario a la Reabsorción; en esta etapa los componentes sanguíneos en exceso son eliminados por secreciones al túbulo contorneado distal, la secreción no es lo mismo que una excreción. En la secreción se secretan sustancias a la luz del túbulo contorneado distal para que sean excretadas finalmente en la orina.
Sistema de conductos recolectores
El líquido fluye de la nefrona al sistema de conductos recolectores del riñón|sistema de conductos recolectores. Este segmento de la nefrona es crucial para el proceso de la conservación del agua por el organismo. En presencia de la hormona antidiurética (ADH; también llamada vasopresina), estos conductos se vuelven permeables al agua y facilitan su reabsorción, concentrando así la orina y reduciendo su volumen. Inversamente, cuando el organismo debe eliminar exceso de agua, por ejemplo después beber líquido en exceso, la producción de ADH es disminuida y el túbulo recolector se vuelve menos permeable al agua, haciendo a la orina diluida y abundante. La falla del organismo en reducir la producción de ADH apropiadamente, una condición conocida como síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética (SIADH), puede conducir a retención de agua y a dilución peligrosa de los fluidos corporales, que a su vez pueden causar daño neurológico severo. La falta en producir ADH (o la inhabilidad de los conductos recolectores de responder a ella) puede causar excesiva orina, llamada diabetes insípida (DI).
Una segunda función importante del sistema de conductos recolectores es el mantenimiento de la homeostasis ácido-base.
Después de ser procesado a lo largo de los túbulos y de los conductos recolectores, el fluido, ahora llamado orina, es drenado en la vejiga vía el uréter, para finalmente ser excluido del organismo.
Cáncer de riñón
Usted tiene dos riñones. Los riñones son órganos del tamaño de un puño de la mano ubicados a cada lado de la columna, por arriba de la cintura. Los tubos que se encuentran dentro de ellos filtran y limpian la sangre eliminando los productos de desecho y produciendo orina. El cáncer de riñón se forma en la membrana que recubre los tubos diminutos que están dentro de los riñones.
Este cáncer se hace más común a medida que envejecemos. Los factores de riesgo incluyen fumar, algunas condiciones genéticas y el mal uso de analgésicos por períodos prolongados.
Es probable que las personas con cáncer de riñón no tengan síntomas al principio de la enfermedad pero van apareciendo a medida que el cáncer crece. Consulte a su médico si observa:
Sangre en la orina
Un bulto en el abdomen
Pérdida de peso sin razón
Dolor en el costado que no desaparece
Pérdida del apetito
Las pruebas para detectar cáncer de riñón incluyen exámenes de sangre, orina y de imagen. Usted también puede necesitar una biopsia.
El tratamiento depende de la edad, el estado general de salud y de cuán avanzado esté el cáncer. Podría incluir cirugía, quimioterapia o radiación, terapia biológica o dirigida. La terapia biológica estimula la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer. La terapia dirigida es un tipo de tratamiento en el que se utilizan sustancias para identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales.
¿Qué es el cáncer de riñón?
El cáncer de riñón se origina en los riñones cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Casi cualquier célula del cuerpo puede convertirse en cáncer y propagarse a otras áreas. Para saber más sobre el origen y la propagación del cáncer lea ¿Qué es el cáncer?
Información sobre los riñones
Para entender más sobre el cáncer de riñón es útil saber más acerca de los riñones y sus funciones.
Los riñones son dos órganos grandes con forma de fríjol, cada uno alrededor del tamaño del puño de la mano. Ambos están adheridos a la pared superior trasera del abdomen. La parte baja de la caja torácica protege a los riñones. Un riñón se encuentra al lado izquierdo y el otro al lado derecho de la columna vertebral.
Las glándulas pequeñas llamadas glándulas suprarrenales se ubican sobre cada uno de los riñones. Cada riñón y glándula suprarrenal están rodeados por grasa y una capa delgada y fibrosa conocida como la fascia de Gerota.
La función principal de los riñones es filtrar la sangre que proviene de las arterias renales para eliminar el exceso de agua, sal y desechos del cuerpo. Estas sustancias se transforman en orina. La orina sale de los riñones a través de unos conductos largos y delgados llamados uréteres que se conectan con cada riñón en un área llamada pelvis renal. La orina pasa a través de los uréteres hasta la vejiga donde se almacena hasta que se orina.
Los riñones también tienen otras funciones:
Ayudan a controlar la presión sanguínea al producir una hormona llamada renina.
Ayudan a asegurar que el cuerpo tenga suficientes glóbulos rojos al producir una hormona llamada eritropoyetina. Esta hormona le indica a la médula ósea que produzca más glóbulos rojos.
Ambos riñones son importantes, pero usted puede funcionar con sólo un riñón. Muchas personas en los Estados Unidos viven una vida normal saludable con sólo un riñón.
Algunas personas no tienen ningún riñón funcionando y sobreviven con la ayuda de un procedimiento médico llamado diálisis. La forma más común de diálisis usa una máquina especialmente diseñada que filtra la sangre casi como lo haría un riñón real.
Tipos de cáncer de riñón
Carcinoma de células renales
El carcinoma de células renales, también conocido como cáncer de células renales o adenocarcinoma de células renales, es por mucho el tipo más común de cáncer de riñón. Alrededor de nueve de cada diez casos de cáncer de riñón son carcinomas de células renales.
Aunque el carcinoma de células renales por lo general crece como un solo tumor dentro del riñón, algunas veces se encuentran dos o más tumores en uno o incluso en ambos riñones al mismo tiempo.
El carcinoma de células renales se puede clasificar en varios subtipos basados principalmente en la apariencia de los tumores cuando son observados con un microscopio. El subtipo de carcinoma de células renales puede ser un factor a tomarse en cuenta para decidir el tratamiento, y también puede ayudar a que su médico determine si su cáncer puede deberse a un síndrome genético hereditario. Para más información sobre los síndromes de cáncer de riñón hereditarios, vea ¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de riñón?
Carcinoma de células renales de tipo células claras: esta forma es la más común del carcinoma de células renales. Aproximadamente siete de cada diez personas con carcinoma de células renales tiene este tipo de cáncer. Cuando se observa con el microscopio, las células que conforman el carcinoma renal de células claras lucen muy pálidas o claras.
Carcinoma papilar de células renales: es el segundo subtipo más común (alrededor de 1 caso en 10 es de este tipo). Estos cánceres forman proyecciones pequeñas llamadas papilas, parecidas a dedos, en alguna parte del tumor, si es que no están presentes en la mayor parte del mismo. Algunos médicos llaman a estos cánceres cromofílicos porque las células absorben ciertos tintes y lucen de color rosa cuando se observan al microscopio.
Carcinoma renal de células cromófobas: este subtipo representa alrededor del 5% (5 casos en 100) de los casos de carcinoma de células renales. Las células de estos cánceres son también pálidas, al igual que las células claras, pero son mucho más grandes y tienen ciertas características que pueden reconocerse cuando se observan al microscopio.
Tipos de carcinoma de células renales poco comunes: estos subtipos ocurren muy pocas veces, cada uno de los cuales representa menos de 1% de los carcinomas de células renales:
Carcinoma renal del túbulo colector
Carcinoma renal quístico multilocular
Carcinoma medular
Carcinoma renal mucinoso tubular y de células fusiformes
Carcinoma renal asociado con neuroblastoma
Carcinoma de células renales no clasificado: en pocos casos, los cánceres de células renales son identificados como “no clasificados” porque su apariencia no corresponde a ninguna de las otras categorías o porque hay más de un tipo de célula presente.
Otros tipos de cáncer de riñón
Entre otros tipos de cáncer de riñón se incluyen los carcinomas de células transicionales, los tumores de Wilms y los sarcomas renales.
Carcinoma de células transicionales: de cada 100 cánceres de riñón, alrededor de cinco a diez son carcinomas de células transicionales (TCCs, por sus siglas en inglés), también conocidos como carcinomas uroteliales.
Los carcinomas de células transicionales no se originan en el riñón mismo, sino en el revestimiento de la pelvis renal (el lugar donde los uréteres se encuentran con los riñones). Este revestimiento está compuesto de células llamadas células transicionales que lucen como las células que revisten los uréteres y la vejiga. Los cánceres que se originan de estas células lucen en el microscopio como otros carcinomas uroteliales, como el cáncer de vejiga. Al igual que el cáncer de vejiga, estos cánceres a menudo están asociados con el hábito de fumar y a estar expuesto a ciertos químicos causantes de cáncer en el lugar de trabajo.
Las personas con carcinoma de células transicionales (TCC) a menudo presentan los mismos signos y síntomas que las personas con cáncer de células renales: sangre en la orina y, algunas veces, dolor en la espalda.
Para más información sobre el carcinoma de células transicionales, vea Cáncer de vejiga.
Tumor de Wilms (nefroblastoma): los tumores de Wilms casi siempre ocurren en los niños. Este tipo de cáncer se da muy poco entre los adultos.
Sarcoma renal: un tipo de cáncer renal que se presenta en pocas ocasiones y que se origina en los vasos sanguíneos o el tejido conectivo del riñón. Representan menos del 1% de todos los cánceres de riñón.
Los sarcomas se abordan detalladamente en Sarcoma: cáncer de tejidos blandos en adultos.
Tumores benignos (no cancerosos) del riñón
Algunos tumores del riñón son benignos (no cancerosos). Esto significa que no se propagan (hacen metástasis) a otras partes del cuerpo, aunque pueden continuar creciendo y causando problemas.
Los tumores renales benignos se pueden tratar mediante la extirpación o destrucción de los mismos, usando muchos de los mismos tratamientos que también se usan para los cánceres de riñón, tales como la cirugía, la ablación por radiofrecuencia y la embolización arterial. La selección del tratamiento depende de muchos factores, tal como el tamaño del tumor y si éste causa síntomas, el número de tumores, si los tumores están en ambos riñones, y la condición de salud general de la persona.
Adenoma renal: tumor benigno de riñón más común. Estos tumores son pequeños y de crecimiento lento que a menudo se detectan en estudios por imágenes (tal como tomografía computarizada) cuando se usan para detectar algo distinto. Cuando se observan con un microscopio, se asemejan mucho a los carcinomas de células renales de bajo grado (crecimiento lento).
En raros casos, los tumores que en principio se pensó que eran adenomas renales, en realidad eran carcinomas pequeños de células renales. Debido a que es difícil diferenciarlos, los tumores que se sospecha que sean adenomas son a menudo tratados como cánceres de células renales.
Oncocitomas: tumores benignos del riñón que algunas veces pueden crecer bastante. Al igual que con los adenomas renales, a veces puede ser difícil diferenciarlos de los cánceres de riñón. Los oncocitomas no se propagan normalmente a otros órganos de modo que a menudo la cirugía los cura.
Angiomiolipoma: tumores poco comunes. A menudo se originan en personas con esclerosis tuberosa, una afección genética que también afecta el corazón, los ojos, el cerebro, los pulmones y la piel. Estos tumores están formados por diferentes tipos de tejido conectivo (vasos sanguíneos, músculos lisos, y grasa). Si no están ocasionando ningún síntoma, a menudo pueden permanecer bajo vigilancia minuciosa. Puede que requieran ser tratados si están generando problemas (como dolor o sangrado).
El resto de esta información sobre cáncer de riñón se enfoca en el carcinoma de células renales y no en los tipos de tumores del riñón menos comunes.