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Ambulancia
Un ambulancia es un vehículo destinado al transporte de personas enfermas o heridas, hacia, desde o entre lugares de tratamiento.
El término ambulancia por lo general se utiliza para designar un vehículo usado para proporcionar cuidados médicos a pacientes que se encuentran lejos de un hospital o bien para transportar al paciente a un centro médico donde se pueda seguir de cerca su evolución y practicarle un mayor número de pruebas médicas. En algunos casos, el propósito de la ambulancia esta solo destinada a atender en sitio el paciente (como en casos de emergencia que da tratamientos paramédicos de medicina prehospitalaria), pero no tiene el propósito de llevarlo a un centro sanitario. En estas situaciones, el paciente que requiera un traslado a un hospital, necesitará de una ambulancia destinada exclusivamente al traslado de pacientes.
El término "ambulancia", proviene del verbo latino ambulare, cuyo significado es el de caminar. Este término hace referencia a los primeros servicios médicos de guerra, donde los pacientes eran movidos en camillas de ruedas o manuales. El sentido original de la palabra fue el de "hospital que sigue a un ejército en sus campañas". El término se había acuñado, en su sentido moderno para los hospitales de campaña de la Guerra Franco-Prusiana, con las "ambulances volantes". Durante la Guerra Civil Estadounidense, los vehículos destinados a retirar a los heridos del campo de batalla recibieron el nombre de "vagones ambulancia".
Posteriormente, durante otra Guerra Franco-Prusiana de finales del siglo XIX, las referencias históricas ya hablan de las ambulancias para referirse indistintamente al socorro sanitario que evacuaba a los heridos del frente y a los hospitales de campaña.
La palabra es comúnmente asociada con vehículos preparados para emergencias, que proporcionan cuidados urgentes a personas enfermas o heridas. Los vehículos que hacen las veces de ambulancia suelen disponer de luces de aviso y sirenas, que facilitan su desplazamiento y permiten su identificación. Son estas ambulancias las que suelen llevar la Estrella de la vida, que representa las seis etapas de los cuidados médicos prehospitalarios.
Hay otros tipos de ambulancias, de las que las más comunes son las ambulancias dedicadas al transporte de pacientes. Estos vehículos no suelen estar equipados con sistemas de soporte vital para el paciente, y su personal suele tener una preparación inferior al de los de las ambulancias de emergencia. Su propósito es simplemente el de trasladar a los pacientes, por lo que en numerosos países, estos vehículos no llevan luces ni sirenas especiales.
Otros vehículos que suelen ser utilizados como ambulancias son los camiones, las furgonetas, los autobuses, los helicópteros, los aviones, los barcos e incluso los barcos hospitales.
De cualquier forma para que el empleo de estos vehículos tenga resultados óptimos es necesario que aquellos que los administren, equipen adecuadamente estas ambulancias, que si bien se utilizan para la atención de emergencias o solo para transportar pacientes el uso es oficial y requiere de una enorme responsabilidad, incluso para que se optimizara este vehículo primero se debería contar con el personal capacitado y los botiquines o herramientas básicas incluso en las ambulancias más básicas.
Tipos de ambulancias
Las ambulancias pueden ser clasificadas en determinados tipos, dependiendo de si transportan o no pacientes, y bajo que condiciones. En algunos casos, las ambulancias pueden desempeñar más de una función, como el transporte de emergencia y la atención al paciente.
Ambulancia de emergencia: la más común de todas las ambulancias, que proporciona cuidados de emergencia a pacientes enfermos o heridos. Pueden ser furgonetas, botes, helicópteros, aviones o cualquier otro medio de transporte reconvertido. Proporcionan medios y personal sanitario de emergencia para atender al paciente en el lugar del incidente y durante el traslado a un centro médico. Se les conoce como AEB (Ambulancia de Equipos Básicos) o AEA (Ambulancia de Equipos Avanzados), dependiendo su configuración y equipamiento médico disponible se pueden clasificar en: Ambulancias asistenciales o ambulancias de soporte vital básico (SVB). Dotación usual de 2 técnicos en Emergencias Sanitarias. (Puede añadir un Médico general y un Enfermero general en situaciones excepcionales).
Ambulancias sanitarizadas. Dotación usual de un Enfermero Especialista y 2 técnicos en Emergencias Sanitarias. (Puede añadir un Médico general en situaciones excepcionales).
Ambulancias medicalizadas / UVI-Móvil o ambulancia de soporte vital avanzado (SVA). Dotación usual de un Médico Especialista, un Enfermero especialista y 2 técnicos en Emergencias Sanitarias.
Ambulancia para el transporte de pacientes: una ambulancia que tiene la misión de transportar pacientes a un centro médico, pero no para una atención urgente. Vehículos como furgonetas o autobuses pueden ser utilizados para esta tarea. También son denominadas ATS (Ambulancias de Traslado Simple).
-Puede ser de transporte simple, destinada al transporte de pacientes en camilla (cuando el paciente necesita un traslado interhospitalario y presenta gravedad, pueden ser medicalizadas).
-O puede ser de transporte colectivo, acondicionada para el transporte conjunto de enfermos cuyo traslado no revista carácter de urgencia, ni estén aquejados de enfermedades infecto-contagiosas.
Unidad de respuesta: utilizado para llegar a un paciente que necesita atención muy rápida y proporcionando cuidados en el lugar donde se encuentra el paciente. Sin embargo, no puede llevárselo del lugar. Reciben nombres variados como Vehículo de Intervención Rápida (VIR) o Fast Intervention Vehicle (FIV), First Medical Emergency Vehicle, etc. Por este motivo, suelen tener una unidad de apoyo, es decir, una ambulancia de emergencia que acude a la vez o poco después al mismo incidente.
Ambulancia de caridad: proporciona una atención especial con el objetivo de atender a niños enfermos o adultos que por viajes o vacaciones se encuentran lejos de hospitales o lugares donde recibir atención sanitaria. Para este servicio suelen utilizarse autobuses.
Tipos de vehículos
Numerosos tipos de vehículos pueden ser utilizados como ambulancias, aunque en situaciones de emergencias o desastres, cualquier vehículo podría desempeñar la función de ambulancia:
Furgoneta: una ambulancia típica es la instalada en una furgoneta, con un chasis estándar y por lo general, con un peso máximo de entre 3,5 y 7,5 toneladas.
Automóvil/SUV: usado para una respuesta rápida o para pacientes que pueden sentarse. Se trata de automóviles normales que han sido adaptados a las condiciones del servicio de ambulancia. Algunos coches son capaces de ensanchar el asiento para un paciente recostado, pero esto, a menudo, requiere la retirada del asiento delantero de pasajeros, o el empleo de un coche particularmente largo. Esta función solía estar presente en las primeras ambulancias, que muchas veces fueron la transformación de un coches fúnebres, ya que eran de los pocos automóviles capaces de llevar a un hombre tumbado en posición supina.
Ambulancias Sprinter: utilizadas comúnmente por el equipo de emergencia como es Cruz Roja, tiene la capacidad de trasladar pacientes tanto en posición fowler como recostados ya que cuenta con un asiento individual y uno para varios pasajeros que puede ser utilizado para colocar una camilla con un paciente recostado, así como también cuenta con un carro camilla para el transporte de un pasajero más.
Motocicleta: en zonas desarrolladas, se utilizan para acudir urgentemente ante una emergencia, ya que pueden viajar más rápido que un automóvil o una furgoneta en circunstancias de mucho tráfico. En los países desarrollados, se han llegado a adaptar remolques y sidecar para poder transportar al paciente usando la motocicleta., pero evidentemente esta transformación impide la asistencia durante el transporte.
Bicicleta: con frecuencia, el uso de una bicicleta como ambulancia se realiza en zonas donde vehículos más grandes cuentan con problemas de acceso. Como la motocicleta, puede ser enganchada a un remolque para transportar al paciente.
Quads: utilizados para intervenir fuera de carretera. Pueden ser modificados para transportar a un paciente, en tareas de rescate en montañas o zonas poco accesibles.
Buggys: utilizados en eventos deportivos o espectáculos. Sus funciones son similares a los de los quads, pero con menos capacidad de respuesta en terrenos no asfaltados, aunque realizando menos ruido.
Helicópteros: normalmente se utilizan para atender a enfermos en lugares inaccesibles por carretera o en lugares donde la velocidad es esencial, ya que son capaces de desplazarse mucho más rápido que una ambulancia por carretera.
Aviones: utilizados para prestar ayuda en una emergencia en zonas remotas (el ejemplo más notable son los Flying Doctors, en Australia) o para trasladar a un paciente en grandes distancias (normalmente, en tareas de repatriación por enfermedad en el extranjero).
Botes: los botes o lanchas pueden ser utilizados para servir como ambulancias, especialmente en islas o en zonas con un gran número de canales, como por ejemplo el servicio de ambulancias veneciano.
Barcos: los barcos pueden ser utilizados como barcos hospitales, especialmente en operaciones militares, aunque algunos de ellos sean propiedad de organizaciones caritativas. Se convierten en ambulancias cuando realizan un transporte del enfermo, a la vez que lo tratan. Normalmente, acuden a zonas que han padecido desastres o guerras, para paliar las necesidades surgidas tras dichos sucesos. Otras veces, la marina mercante civil de ciertos estados pone a disposición de sus barcos mercantes o pesqueros algunos barco hospital que cuentan con los medios para poder atender cualquier emergencia de la flota civil en su área de intervención. Muchas veces cuentan con un helipuerto a bordo, que facilita que les sean referidos pacientes a distancias mayores de las de su propia travesía.
Historia
Primeros transportes de pacientes
Hay evidencias de transportes forzados de enfermos mentales y de lepra en la Antigüedad. La primera evidencia de una ambulancia data del siglo X y fue construida por los anglosajones. Esta consistía en una hamaca emplazada en un carro tirado por caballos.
Durante las Cruzadas del siglo XI, la Orden de Malta estableció hospitales para atender a los heridos de las batallas en Tierra Santa, aunque no hay evidencias clara que aporten datos sobre como llegaban los heridos a los hospitales.
Posteriormente, los normandos utilizaron hamacas portadas por caballos para llevar a los enfermos.24 El servicio de ambulancia mediante caballos continuó con algunas variaciones hasta el siglo XX.
Primeros tratamientos en los campos de batalla
Las primeras ambulancias usadas en emergencias de las que se tiene constancia fueron las empleadas durante el reinado de Isabel I de Castilla, en el año 1487. El ejército castellano de la época era tratado de forma excelente y atraía a voluntarios de toda Europa, a lo que contribuían los primeros hospitales militares (o "ambulantias"), aunque los soldados heridos no eran recogidos hasta el fin de la batalla, causando un número superior de muertes en los campos.
El principal cambio en el uso de las ambulancias durante las batallas llegó con las ambulance volantes diseñadas por Dominique-Jean Larrey, médico de Napoleón Bonaparte. Larrey estuvo presente en la batalla de Spires, entre Francia y Prusia, entristeciéndole el hecho de que los soldados heridos no eran recogidos por las numerosas ambulancias, que Napoleón ordenó situar a algo más de 3 kilómetros del lugar de la batalla, hasta que las hostilidades no cesaran, por lo que pensó en desarrollar un nuevo sistema. Decidió utilizar el método utilizado por los normandos, de hamacas y caballos, resolviendo que carros de dos o cuatro ruedas, tirados por caballos, portaran a los heridos del campo de batalla, después de que estos hubieran recibido cuidados paliativos en el propio escenario. Estas ambulancias volantes" se estrenaron con el Ejército del Rhin de Napoleón, en 1793. Larrey posteriormente desarrolló servicios similares para el resto de tropas de Napoleón, adaptando sus ambulancias a las distintas condiciones, incluyendo hamacas que podían ser portadas por camellos, para las campañas de Egipto.
Desarrollo para el uso civil
El principal avance de las ambulancias de uso civil se produjo con la introducción del transporte para enfermos de cólera en Londres, en el año 1832. El periódico The Times afirmaba: "El proceso de curación comienza en el mismo instante en el que el paciente es llevado en el carruaje; siendo el tiempo ahorrado empleado en atender al paciente y además, pueden conducir al paciente al hospital tan rápidamente, que los hospitales pueden ser menos numerosos y pueden localizarse a mayores distancias entre ellos."
Avances durante la Guerra Civil Estadounidense
Durante la Guerra Civil Estadounidense se produjeron un mayor número de avances en la atención médica para los militares. Los médicos militares de la Unión, Joseph Barnes y Jonathan Letterman, revisaron los avances de Larrey y diseñaron un sistema de atención prehospitalaria para los soldados, que incluía nuevas técnicas y métodos de transporte. Se aseguraron de que cada regimiento contara con al menos una ambulancia, con un carro diseñado para llevar a dos o tres pacientes al mismo tiempo. Desgraciadamente, estas ambulancias demostraron ser demasiados ligeras para la tarea, y fueron reemplazadas por la ambulancia "Rucker", llamada así en honor al General Mayor Rucker, que tenían cuatro ruedas y señales visibles para las batallas de la guerra. Otros vehículos fueron utilizados para este servicio durante la Guerra Civil, incluyendo barcos de vapor, que sirvieron como hospitales móviles para las tropas. Fue en este periodo cuando se inició el transporte por ferrocarril de los soldados heridos hacia su lugar de tratamiento.
Comienzo del servicio con base en un hospital
El primer servicio conocido de ambulancias con base en un hospital es el del Commercial Hospital (actualmente el Cincinnati General), de Cincinnati, en Ohio, Estados Unidos, en 1865. Posteriormente, otros hospitales ofrecieron este servicio, destacando el Bellevue Hospital de Nueva York.
Edward Dalton, un antiguo cirujano del Ejército Federal, recibió el encargo de crear un hospital cerca de Nueva York. Inició un servicio de ambulancias para llevar a los pacientes lo más rápido posible al hospital y con una mayor comodidad. Dicho servicio comenzó en 1869. Afirmaba que su servicio era el primero de su tipo. Sus ambulancias contaban con equipamiento médico, tablillas, bombas estomacales, morfina y brandy, un fiel reflejo de la medicina contemporánea. Dalton creía que la velocidad era lo principal, por lo que sus caballos siempre estaban prácticamente listos en cualquier momento. Afirmaba que, tras una llamada, se partía a los 30 segundos. El servicio se hizo muy popular y creció rápidamente. Así, en 1870, el servicio atendía 1.401 llamadas de emergencia, y veinte años más tarde, ya eran más del triple, un total de 4.392. A comienzos del siglo XX, los médicos interinos acompañaban a los ambulancias de Nueva York, prestando atención a los pacientes en el lugar de la llamada y frecuentemente, los dejaban en su misma casa.
En 1867, el Metropolitan Asylums Board de Londres, en el Reino Unido, recibió seis ambulancias de caballos con el propósito de transportar a enfermos de viruela y fiebre de sus casas al hospital. Estas ambulancias fueron diseñadas para parecer carruajes privados, pero fueron equipadas con rodillos en su suelo y unas grandes puertas reversibles para portar al paciente a la camilla de una forma más fácil. Había espacio suficiente para un asistente junto al paciente, además de que la zona donde se situaba el paciente estaba diseñada para ser limpiada y descontaminada con facilidad. Cualquiera dispuesto a pagar el coste de alquiler del caballo, podía llamar a la ambulancia por telegrama o en persona.
Comienzo del servicio exclusivo
En junio de 1887, la Saint John Ambulance Brigade se formó para prestar ayuda de emergencia y servicio de ambulancia en eventos públicos de Londres. Se reguló como un comando de estilo militar. La Saint John Ambulance Association ya había estado enseñando primeros auxilios al público durante 10 años antes de esto.
Uso masivo para proveer atención médica urgente
A finales del siglo XIX varias ciudades, entre ellas Salvador de Bahía, en Brasil y San Luis, Misuri, Estados Unidos, comenzaron a utilizar sus tranvías como ambulancias, en el transporte de enfermos y heridos. El tranvía de Salvador de Bahía incluía un compartimento de fumigación y una camilla con dos enfermeras. El diseño de la red de tranvía de San Luis permitía que la ambulancia tranvía, presentada en 1894, pudiera llegar a los 16 enfermerías de la ciudad.
En Alemania, en 1902, se presentó un tren ambulancia para civiles (sobre la base de la utilización de los trenes durante los conflictos militares) para su uso en accidentes de ferrocarril. Albergaba una sala de operaciones móvil y ocho camillas. Los cirujanos empleados vivían cerca de la estación de trenes donde el tren ambulancia se estacionaba, y desde donde eran convocados en caso de una emergencia. El tren tenía prioridad sobre las vías, por lo que el resto de trenes estaban obligados a cederle el paso.
Primeros vehículos motorizados
A finales del siglo XIX, el automóvil se encontraba en fase de desarrollo, por lo que comenzaron a introducirse modelos de ambulancias automóviles junto a las tiradas por caballos. A principios del siglo XX, las ambulancias eran movidas por vapor, gasolina y electricidad.
Sin embargo, el primer motor presente en una ambulancia fue presentado en 1899, en el Michael Reese Hospital de Chicago, en Estados Unidos, por lo que pasaba a ser el primer automóvil convertido en ambulancia. Ésta, había sido sufragada por 500 empresarios de la ciudad, en febrero de dicho año. Posteriormente, se hizo lo mismo en 1900, en Nueva York, donde se alabó su mayor velocidad, seguridad para el paciente, su rapidez para detenerse y su comodidad. Estas dos primeras ambulancias automóviles eran eléctricas, con dos caballos de potencia (1,5 kW) en los motores del eje trasero.
La primera ambulancia movida por gasolina fue la Ambulancia Palliser, presentada en 1905 y nombrada así en honor al Major Palliser de la Milicia Canadiense. Este vehículo constaba de tres ruedas, una en la parte delantera y dos en la trasera, habiendo sido diseñado para ser utilizado en los campos de batalla bajo fuego enemigo. Era un pesado tractor, con una chapa a prueba de balas. Dicha chapa contaba con una pequeña abertura exterior de 2,7 metros de ancho por 2,1 m de alto, con el objetivo de que el personal de la ambulancia pudiera salir al exterior.
El ejército Británico fue a la zaga del canadiense en la introducción de un pequeño número de ambulancias automóviles. En 1905, el Cuerpo Médico de la Armada Real encargó una serie ambulancias establecidas en furgonetas a la empresa Straker-Squire, de Bristol. Se basaban en un autobús de dos pisos fabricado por la misma empresa, aunque con una menor distancia entre ejes. Varias de ellas tenían su sede en Oxfordshire, al servicio de varios de los principales campamentos en la zona.
La primera producción en masa de ambulancias basadas en automóviles se produjo en Estados Unidos por la James Cunningham, Son & Company de Rochester, Nueva York, un fabricante de carruajes y coches fúnebres, en 1909. La ambulancia contaba 32 caballos de potencia (24 kW) y 4 cilindros en el motor de combustión interna. El chasis se montaba sobre neumáticos, mientras que el cuerpo disponía de luz eléctrica, suspensión en la camilla, dos asientos junto a la camilla, y un gong en un lateral.
Durante la Primera Guerra Mundial
Durante la Primera Guerra Mundial, la Cruz Roja llevó a cabo las primeras labores de auxilio en los campos de batalla con ambulancias motorizadas en lugar de tiradas por caballos, con su consiguiente éxito. Esto llevó a la progresiva eliminación de las ambulancias tiradas por caballos. En la atención de emergencia civil, los servicios de ambulancia a menudo se gestionaban o se enviaban desde los distintos hospitales, aunque en algunas zonas, el telégrafo y el teléfono permitían a los departamentos de policía manejar el envío de ambulancias.
El equipamiento a cargo de la ambulancia cambiaba rápidamente en esos momentos. Se introdujeron tablillas durante la Primera Guerra Mundial, teniendo un efecto positivo sobre la morbilidad y la mortalidad de los pacientes con fracturas de pierna. Asimismo, se introdujeron radios bidireccionales poco después de la Primera Guerra Mundial, lo que permitió un envío más eficiente de ambulancias llamadas mediante radio. Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, una ambulancia moderna portaba un avanzado equipo médico, un médico, y se enviaba por radio. Era frecuente que las ambulancias fueran coches fúnebres -el único vehículo disponible que podía llevar a un placiente reclinado- y, por tanto, eran a menudo dirigidos por funerarias.
Ambulancias aéreas
Durante la Primera Guerra Mundial, la aviación experimentó un fuerte crecimiento, convirtiéndose en una poderosa fuerza militar, y después de la guerra, con un superávit de aviones en circulación, se buscaron nuevos usos para las aeronaves.
Durante la Primera Guerra Mundial, la aviación se trasladó a la experimentación de una poderosa fuerza militar, y después de la guerra, con un superávit de aviones en circulación, nuevos usos se encontraron para la aeronave. Esto incluyó la conversión de aviones de todo el mundo en aviones ambulancia. Aunque en 1917, el Teniente Clifford Peel, un estudiante de medicina, esbozó un sistema de aviones y de instalaciones de tierra destinadas a proporcionar servicios médicos en el Outback australiano, la primera ambulancia aérea no vio la luz hasta 1920. Este proyecto se hizo realidad bajo la dirección de John Flynn en 1928, cuando la Australian Inland Mission estableció el Servicio Médico Aéreo, un programa experimental de un año de duración. Los médicos en este programa tenía varias responsabilidades, entre las cuales se encontraba el llegar al paciente volando, tratarlo, y si era conveniente porque el médico no conseguía realizar ningún tratamiento in situ, llevarlo a un hospital. Posteriormente, este experimento se convirtió en el Royal Flying Doctor Service de Australia.
Durante la Segunda Guerra Mundial
En la mayor parte del mundo, la calidad de las ambulancias descendió bruscamente durante la Segunda Guerra Mundial, ya que los médicos, necesarios en las fuerzas armadas, fueron llevados a la guerra, y por tanto, abandonaron las ambulancias. En Inglaterra, durante la Batalla de Inglaterra, la necesidad de ambulancias era tan grande que las furgonetas eran requisadas y presionadas por la demanda, a menudo llevaban a varias víctimas de una vez. Después de la guerra, los médicos seguirían yendo en las ambulancias en algunos países, pero no en otros. Otros vehículos, incluyendo coches normales y de coche de policía fueron utilizados para llevar a pacientes, debido a la escasez de ambulancias exclusivas. Ambulancias militares como la Austin K2 fueron usadas tanto en áreas de combate como en zonas civiles.
Durante la Guerra de Corea
Durante la Guerra de Corea, las recientemente creada Fuerza Aérea de los Estados Unidos estableció un número de unidades de avión ambulancia para el empleo en las distintas operaciones, usando helicópteros para la evacuación rápida de pacientes. El helicóptero H-13, conocido por la película y las versiones de televisión de M*A*S*H, transportó a 18.000 soldados heridos durante el conflicto. El trabajo de los Escuadrones de Evacuación Médica Aérea fue un éxito y fue repetido por las fuerzas estadounidenses en Vietnam. El empleo de helicópteros para evacuaciones médicas de emergencia se extendió para uso civil.
Cruz Roja
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, comúnmente conocido como la Cruz Roja (Internacional) o la Media Luna Roja (Internacional), es un movimiento humanitario mundial de características particulares y únicas en su género, por su relación particular con base en convenios internacionales con los estados y organismos internacionales por un fin verdaderamente humanitario. Está integrada por:
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
188 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Los componentes del Movimiento, aunque conservan su independencia en los límites del Estatuto del Movimiento, actúan siempre de conformidad con sus Principios Fundamentales y colaboran entre sí en el desempeño de sus tareas respectivas y para realizar su misión común.
Los componentes del Movimiento se reúnen con los Estados Partes en los Convenios de Ginebra del 27 de julio de 1929 o del 12 de agosto de 1949 en la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (en adelante: la Conferencia Internacional).
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) siempre ha tenido un reconocido papel en el desarrollo y la promoción del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Consciente de los retos que conlleva su pleno respeto, el CICR creó en 1996 un Servicio de Asesoramiento en Derecho Internacional Humanitario a fin de fortalecer su capacidad de prestar servicios a los Estados en esa materia abarcando medidas concretas y necesarias para la implementación de los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales, los diversos tratados sobre armas, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y otros tratados pertinentes.
La Cruz Roja también es el emblema inicial del Movimiento. La cruz roja, junto con la media luna roja y el cristal rojo sobre fondo blanco, son emblemas humanitarios reconocidos oficialmente por casi la totalidad de países del mundo y su uso está enmarcado en el Derecho Internacional Humanitario, por lo que deben ser respetados en toda circunstancia, para que se puedan desarrollar las labores humanitarias en los desastres y conflictos armados.
Fundación
Henry Dunant (Ginebra, Suiza, 8 de mayo de 1828 - 30 de octubre de 1910), mientras estaba dedicado a sus negocios en Argelia, viajó al norte de Italia muy cerca de Solferino (Italia), el mismo día en que allí se enfrentaban los ejércitos austriaco, francés y piamontés. Al anochecer, sobre el escenario de la Batalla de Solferino, el 24 de junio de 1859, yacían 40.000 hombres prácticamente abandonados a su suerte.
Dunant vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a socorrerlos: convenció a la población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema "Tutti fratelli" (Todos hermanos) acuñado por las mujeres de la cercana ciudad de Castiglione dello Stiviere (Provincia de Mantua).
Había quedado impresionado. Filántropo, formado y emprendedor, el recuerdo le llevó a concebir formas de paliar situaciones parecidas, y tres años después publicó sus reflexiones. En un libro llamado "Recuerdo de Solferino", Dunant plantea la idea germinal de lo que serán las futuras sociedades de la Cruz Roja. Escribió, textualmente "cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo"
Desde un primer momento, Dunant concibió las sociedades como entes neutrales, dispuestos a prestar ayuda humanitaria a quien la necesitara, independientemente de su raza, nacionalidad o creencias. Su idea la recogieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública que, junto con él, impulsaron el proyecto hasta la constitución formal en 1863 del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Un año después, el Comité Internacional de la Cruz Roja logró, con el apoyo del Gobierno Suizo, convocar a una conferencia diplomática en la que doce estados firmaron el Primer Convenio de Ginebra. En él se acordó:
1.Proteger a los militares heridos en campaña.
2.El carácter neutral y protección del personal sanitario y de los hospitales militares.
3.La adopción del emblema de la Cruz Roja sobre fondo blanco como símbolo protector.
4.El establecimiento de un comité permanente que se denominó "Comité Internacional de la Cruz Roja".
5.La promoción internacional de sociedades de socorro.
En su homenaje cada año, el 8 de mayo, fecha de nacimiento de Henry Dunant, se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja.
El 13 de junio de 2012 la Cruz Roja fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
Los emblemas
El uso de los emblemas, tanto la Cruz Roja como la Media Luna Roja, es definido por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), tal y como se estipuló en las Convenciones de Ginebra de 1949.
Emblemas oficiales
El símbolo de la Cruz Roja sobre un fondo blanco fue adoptado oficialmente en la Primera Convención de Ginebra en 1864, pero el emblema ya fue decidido el 28 de octubre de 1863 en la Conferencia Internacional preparatoria de la Convención de Ginebra. El emblema inicialmente propuesto como distintivo internacional era "un brazal blanco en el brazo izquierdo" sin incluir ningún símbolo (la bandera blanca era y es universalmente utilizada como símbolo de alto el fuego), desconociéndose cómo se decidió finalmente añadirle una cruz roja.
La bandera de la Cruz Roja no debe confundirse con la Cruz de San Jorge, la cual está en la bandera de Inglaterra y de muchos otros lugares. Con el fin de evitar esta confusión, al símbolo protegido algunas veces se le refiere como la "Cruz Roja Griega"; este término es utilizado también por la ley de los Estados Unidos para describir a la Cruz Roja. La cruz roja de la Cruz de San Jorge se extiende hasta el borde de la bandera, mientras que la cruz de la Cruz Roja no lo hace.
El origen de la bandera de la Cruz Roja a menudo se vincula con la bandera de Suiza, que es con los colores opuestos de ella. En 1906, para poner fin al argumento de Turquía de que la bandera tuvo sus raíces en el cristianismo, se decidió oficialmente promover la idea de que la bandera de la Cruz Roja se había formado mediante la inversión de los colores federales de Suiza. Así, debido a las crecientes presiones de diversos países para reconocer distintos símbolos según las creencias religiosas y con el fin de desvincular definitivamente la cruz roja del cristianismo, se decide incluir el siguiente artículo en el I Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949:
En homenaje a Suiza, el signo heráldico de la cruz roja sobre fondo blanco, formado por interversión de los colores federales, se mantiene como emblema y signo distintivo del Servicio Sanitario de los ejércitos.
Principios fundamentales
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja realiza su labor bajo siete principios fundamentales que rigen las actuaciones de esta organización, creando un vínculo de unión entre las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el CICR y la FICR.
Los Principios Fundamentales garantizan la continuidad del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y su labor humanitaria.
Humanidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.
Imparcialidad: No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.
Neutralidad: Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.
Independencia: El Movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento.
Voluntariado: Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado.
Unidad: En cada país sólo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.
Universalidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.
Cada Sociedad Nacional de la Cruz Roja, como auxiliar del estado en el ámbito humanitario tiene funciones acordes a las necesidades del país o responsabilidades que otorgan los estados y estas pueden ser:
Cruz Roja Ecuatoriana
La Sociedad Nacional de la Cruz Roja Ecuatoriana, conocido simplemente como Cruz Roja Ecuatoriana, es una entidad privada sin ánimo de lucro, miembro del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde 1923. La misión de la entidad, acorde a los principios fundamentales de la Cruz Roja Internacional, consiste en prestar atención humanitaria a personas desprotegidas a causa de contingencias ocasionales, la protección de la vida, la salud y la integridad en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de emergencia que se presente dentro del territorio de Ecuador.
Historia
Fundación
Médicos guayaquileños, en abril de 1910, debido a un posible enfrentamiento bélico entre Ecuador y Perú, tuvieron la idea de crear un ente cuya preocupación principal sería el apoyo sanitario para los eventuales heridos del Ejército ecuatoriano. Esta idea se concretó con la convocatoria hecha por la Sociedad Médico Quirúrgica de los Hospitales de Guayaquil, cuyos miembros eran los doctores León Becerra, José Payeze Gault, Juan Bautista Arzube Cordero, Leopoldo Izquieta Pérez, Wenceslao Pareja y Alfredo Espinoza Tamayo.
La reunión convocada se desarrolló en el Salón de Honor del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte de la ciudad de Guayaquil el 22 de abril de 1910, en donde —además de médicos y especialistas en el área de salud— asistieron varios ciudadanos y representantes de entidades benéficas. El acto fue dirigido por el doctor Payeze Gault, quien manifestó los motivos de la convocatoria y develó el objetivo de crear una sociedad de la Cruz Roja en el país, la misma que debía adherirse a la Sociedad Internacional de Cruz Roja con sede en Ginebra, Suiza.
El resultado de la reunión fue la aprobación por unanimidad de la creación de la Cruz Roja, quedando fundada desde aquel día. En aquel mismo acto se prosiguió a elegir al primer directorio de la nueva entidad el cual fue encabezado por el señor Hermann Moeller Kleve como presidente y el doctor Carlos García Drouet como vicepresidente.
Primeras brigadas
Luego de la fundación del ente y de la desiganción de su primer directorio, la Cruz Roja conformó su primera brigada en la ciudad de Guayaquil el mismo día. La primera brigada estuvo integrada por los señores Teodoro Mandonado Carbo, Antonio J. Ampuero, Felipe Barbotó, Enrique Sotomayor, Gabriel Burbano, Manuel Genaro Gómez, Juan Bautista Arzube, Miguel H. Alcívar y Leopoldo Izquieta Pérez.
La segunda brigada fue constituida por los doctores Jacinto Garaycoa y José María Estrada, y los señores Luis Cueva, Francisco Andrade, Enrique Hurtado, Carlos Rolando, Capitán J. Fernández, Francisco Recalde y Juan Verdesoto.
La tercera brigada la conformó: el doctor José María Estrada; y los señores Luis Mariano Cueva, Carlos Rolando y Pedro Pablo Egüez Baquerizo.
Estas brigadas atendieron de manera exclusiva a los soldados heridos en combate.
Reconocimiento legal
Varios meses después de la fundación de la Cruz Roja del Ecuador, el gobierno ecuatoriano liderado por el general Eloy Alfaro reconoció legalmente a la institución el 14 de noviembre de ese mismo año, mediante el decreto legislativo publicado en el Registro Oficial Nº 1392 del 20 de octubre,6 en el cual el Congreso de la República reconocía su adhesión a las Convenciones de Ginebra de 1864 y 1906, por lo cual se veía en el deber de «proteger y garantizar a las Sociedades de Socorros de Heridos, establecida bajo el amparo de la Cruz Roja»; en razón de lo cual estableció la Cruz Roja del Ecuador como «institución de beneficencia y utilidad pública», concediéndole la exoneración de pagos de todo impuesto fiscal o municipal, otorgándole las garantías y derechos a los miembros de la institución y un presupuesto anual.
Luego de varios años, y concluida la amenaza de un conflicto armado entre Ecuador y Perú, la conformación de la Cruz Roja quedó suspendida. Diez años después, el presidente Alfredo Baquerizo Moreno, mediante un decreto ejecutivo, dispuso la fundación de la Sociedad de Beneficencia de la Cruz Roja.
Comité de Damas de la Cruz Roja
El directorio, al analizar la inmensa labor que tendrían las brigadas, solicitó la cooperación de mujeres guayaquileñas en las tareas de labores asistenciales y la debida atención a enfermos y heridos. Tras esta solicitud, se conformó el primer Comité de Damas de la Cruz Roja del Ecuador el 15 de mayo de 1910 en la casa de la señora Eufemia Vivero de Chambers.
El primer Comité de Damas de la Cruz Roja del Ecuador estuvo conformado por las señoras Elisa Roca de Roca, Eufemia Vivero de Chambers, Mercedes Ponte de Avellán, Ángela Carbo de Maldonado, Rosa de Boloña, Rosa Elvira de Elizalde Vera; y las señoritas Simona Vivero Garaycoa, Matilde Amador, Mercedes García Mateus y Carmen Baquerizo Robles.
Oficialización
El primer estatuto de la Cruz Roja del Ecuador se redactó en agosto de 1922, con el objetivo de dar viabilidad al reconocimiento de la entidad local por parte de la antigua Liga de Sociedades de la Cruz Roja (actualmente denominada Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja) en 1923. Por medio de la iniciativa del doctor Luis Robalino Dávila, quién ejercía funciones de Cónsul General ecuatoriano en Suiza, se le fue permitido mantener varias reuniones con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para comprometer el establecimiento de este movimiento en el Ecuador.
El cónsul Robalino Dávila, debido a sus demás actividades, encargó la continuidad de esta actividad en el doctor Isidro Ayora y en el coronel Ángel Isaac Chiriboga. Finalmente, el 27 de diciembre de 1922, se crea erige oficialmente la entidad bajo la denominación actual de «Cruz Roja Ecuatoriana», estableciéndose como primer presidente el doctor Luis Robalino Dávila. En lo posterior, desde 1925 inició la creación de filiales de esta entidad en todas la provincias del país.
Medicina de emergencia
La medicina de emergencia, emergencias sanitarias, emergenciología, emergentología o medicina de urgencias es la que actúa sobre una emergencia médica o urgencia médica o sobre cualquier enfermedad en su momento agudo, definida como una lesión o enfermedad que plantean una amenaza inmediata para la vida de una persona y cuya asistencia no puede ser demorada.
Cualquier respuesta a una emergencia médica dependerá fuertemente de la situación, del paciente y de la disponibilidad de recursos para asistirlo. También variará dependiendo de si la emergencia ocurre dentro de un hospital bajo asistencia médica, o fuera de un hospital (por ejemplo en la calle), en este caso hablamos de medicina prehospitalaria.
En los hospitales se dispone de servicios denominados de emergencias o de urgencias.
Respuesta
Para emergencias extrahospitalarias, un componente clave es convocar a los servicios de la medicina prehospitalaria (generalmente una ambulancia que puede ser terrestre, aérea o naval), pidiendo ayuda llamando al número de teléfono de emergencias apropiado. Para los estados miembros de la UE el 112 y en otros países diversos números como el popular 911 en el continente americano. Los operadores de emergencias funcionan generalmente a través de un protocolo de preguntas para determinar si se le puede realizar un tratamiento extrahospitalario o evaluar si es necesario enviar un determinado recurso médico en su ayuda.
Aquellas personas entrenadas para realizar primeros auxilios pueden actuar dentro de los límites de sus conocimientos, mientras esperan el siguiente nivel de asistencia. Las personas que no puedan realizar los primeros auxilios también pueden ayudar permaneciendo tranquilos y estando con la persona accidentada o enferma. Una queja común del personal del servicio de emergencias es la propensión de la gente de acumularse apretujadamente alrededor de la víctima y del escenario del accidente, cosa que por lo general no ayuda, estresa al paciente (cosa que puede perjudicarlo mucho), y obstruye el funcionamiento fluido de los servicios de emergencia.
Los principios de la cadena de la vida se aplican en las emergencias médicas en que el paciente tiene ausencia de respiración y latidos del corazón. Esto implica las cuatro etapas de Acceso temprano, RCP temprano, Desfibrilación temprana y Soporte Vital Avanzado temprano
La movilización y evacuación de una víctima requiere conocimientos y habilidades especiales, y a menos que la situación sea particularmente peligrosa, y sea probable que el paciente sufra más daños, debe dejarse en manos de profesionales de la emergencia médica, tanto médicos, como enfermeros, como técnicos de transporte sanitario, así como del servicio de bomberos.
Respuesta clínica
Dentro de un hospital está generalmente presente un personal adecuado para atender una situación media de emergencia. Los médicos y enfermeros de urgencias y emergencias están entrenados para ocuparse de la mayoría de emergencias médicas y mantienen certificaciones en RCP (Resucitación Cardiopulmonar) y SVA (Soporte Vital Avanzado). En catástrofes la mayoría de los hospitales tienen protocolos para convocar rápidamente al personal que está de servicio y al que no.
Las emergencias extrahospitalarias buscan la inmovilización y estabilización del paciente (utilizando los medios a su disposición) para realizar rápidamente el traslado a un centro hospitalario útil. Las salas de urgencias siguen el protocolo básico del Soporte Vital Avanzado. Con independencia de la naturaleza de la emergencia, se requieren mantener las constantes vitales, respiración y pulso.
Organizaciones o sociedades científicas nacionales de medicina de emergencias
Argentina
En la República Argentina, la SAE (Sociedad Argentina de Emergencias) es la principal organización de medicina de emergencias. Hay varios programas de residencia de medicina de emergencias. También es posible lograr la certificación de especialista en medicina de emergencias acreditando una cantidad de años de medicina asistencial y concurriendo a un curso universitario de posgrado.
Chile
En Chile la Medicina de Urgencia y Emergencia inicia su recorrido formal con el primer programa de especialidad a principios de los 90, en la universidad de Chile. Actualmente ya reconocida legalmente como especialidad, han surgido múltiples programas de residencia, destacándose los de la Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Santiago de chile USACH y Universidad San Sebastián. Los especialistas ya formados están agrupados en la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia.
Costa Rica
Con inicio gracias al proyecto HOPE la Medicina de Emergencias en Costa Rica es una especialidad creciente que poco a poco se posiciona fuerte en los diferentes centros de salud alrededor del país. El programa de residencia nacional se desarrolla a través del Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social de Costa Rica. La asociación más importante es la Asociación Costarricense de Médicos Emergenciólogos], encargada de gran cantidad de actividades académicas dirigidas a optimizar la atención en salud.
También la Medicina de Emergencias de Costa Rica se caracteriza por una gran participación en la web y redes sociales a través del esfuerzo de ASOCOME; algunos ejemplos incluyen
Vía Medicina de Emergencias]
Medicina Intensiva y Emergencias]
Emergencias y Radiología CR
España
En España la principal organización es la (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias )
Venezuela
En Venezuela, la SVMED (Sociedad Venezolana de Medicina de Emergencias y Desastres) es la Organización que agrupa a los médicos especialistas emergenciologos.
Existe también la FVP (Federación Venezolana de Paramédicos) en esta se asocian los egresados de la carrera de Técnicos Superiores Universitarios (TSU) y/o Licenciados en Emergencias Prehospitalarias (EPh), los paramédicos son responsables de dar y aplicar la atención médica prehospitalaria junto a los médicos emergenciologos y/o emergencistas.
El Salvador
En El Salvador, recientemente fue fundada la Asociación Salvadoreña de Emergencias (ASAE), constituyéndose en una agrupación gremial que incluye a médicos, enfermeros, psicólogos, terapistas respiratorios, fisioterapistas, bomberos, paramédicos, socorristas y otros profesionales afines a la atención necesaria.
Panamá
En Panamá fue fundada la Asociación Académica de Médicos de Urgencias de Panamá (ASAMUP) en 1995, constituida por médicos generales y especialistas que se dedicaban exclusivamente a la atención de emergencias médicas, luego se crea la Asociación Panameña de Medicina de Emergencias (ASPAME), quienes agrupan a todos los especialistas en medicina de emergencias del país, la especialidad fue creada en 1999 dentro del programa de residencia de la Caja de Seguro Social, con una duración de 4 años. La especialidad fue aprobada por el Ministerio de Salud en el 25 de mayo de 1998, incluso antes de ser creada la especialidad ya que en el país se encontraban tres especialistas egresados de México y Costa Rica. Actualmente la especialidad es el pilar fundamental de los hospitales de 3.er y 2.º Nivel de Complejidad con una totalidad de 25 especialistas. Muchas de las jefaturas de los servicios de emergencias son dirigidas por especialistas en medicina de emergencias debido al claro entendimiento de las necesidades administrativas, legales y operativas para el adecuado funcionamiento del sistema y la respuesta correcta para el paciente.
Ecuador
El primer programa de Medicina de Emergencias del país fue aprobado en 1989 y desde 1993 existen especialistas en Medicina de Emergencia y Desastres; los programas universitarios de formación en esta especialidad están a cargo de las Universidad Central de Quito, Universidad San Francisco de Quito, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. En el año 1987 se fundó la Sociedad Ecuatoriana de Medicina de Emergencias (SEMED) y en el año 2008 se constituyó la organización E.L.I.T.E. Médica que está conformada por médicos emergenciólogos con fines docentes y de investigación en el campo de la Medicina de Emergencias y Desastres. La necesidad nacional de Emergenciólogos es alta y el gobierno ha priorizado la preparación de este recurso humano durante su gestión. Durante los últimos 30 años la especialidad ha ganado reconocimiento y en la actualidad gran parte de los hospitales del país, privados como públicos cuentan con este recurso técnico y un gran porcentaje de los Servicios de Emergencia son manejados por los especialistas en estas áreas.
Paramédico
El paramédico, cuya denominación más adecuada de acuerdo al programa y lugar de formación es Técnico en Urgencias Médicas, Técnico en Emergencias Médicas, Técnico de Medicina en Emergencias-Prehospitalarias, Técnico en Emergencias Prehospitalarias, Técnico en Atención Médica Prehospitalaria o Tecnólogo en Atencion Prehospitalaria (sinónimos entre sí), es un profesional de la salud de nivel técnico (algunos países ya tienen la formación en nivel TSU o Licenciatura) enfocado en la atención pre-hospitalaria. Usualmente es miembro de un servicio de atención de emergencias, el cual responde y atiende a las emergencias médicas y de trauma, siguiendo protocolos de intervención internacionalmente revisados y aceptados.
Término
El uso del término "paramédico" varía de acuerdo a las distintas jurisdicciones de cada país. En algunos lugares como México y la mayoría de los países de América Latina, se entiende que es paramédico todo aquel que atiende emergencias prehospitalarias sin importar su nivel de capacitación. En otros países, tales como Estados Unidos, Inglaterra,1 Canadá, Costa Rica, Australia, Venezuela y la mayoría de los países de la Unión Europea, en general solo se le llama Paramédico al profesional prehospitalario que tiene el nivel más alto de entrenamiento de acuerdo al perfil del país, además necesita poseer un tipo especial de licencia, certificación oficial o estudios universitarios. Por ejemplo, en Estados Unidos solo se le llama paramédico al nivel más alto de entrenamiento y al resto se les denomina Técnico en Emergencias Médicas T.E.M. (Emergency Medical Technician E.M.T. en inglés).
Formación
Su formación puede ser Técnica-media o Superior Universitaria.
En estudios formales de nivel Medio-Superior como Técnico en Urgencias Médicas / Emergencias Médicas/Medicina de Emergencias Prehospitalarias/Emergencias Prehospitalarias/Atención Médica Prehospitalaria (TUM/TEM/TMEP/TEP/TAMP) y en los niveles Básico, Intermedio y Avanzado (TUM-B/TUM-I/TUM-A y así en cada abreviatura) todos estos en instituciones de servicios de emergencias y algunas escuelas como: Cruz Roja, cuerpos de bomberos o instituciones de Protección Civil, servicios de emergencias médicas; con duración de 1 a 2 años y medio, (según el nivel de entrenamiento) y sujeto a recertificación cada 2 a 4 años.
Algunas Universidades ofrecen estudios de nivel Superior a través de carreras profesionales de 3 a 4 años de duración tras los cuales se obtiene el Título y Cédula Profesional como Técnico Superior Universitario o Licenciatura en Urgencias Médicas, Emergencias Médicas, Emergencias Prehospitalarias, Atención Médica Prehospitalaria o Paramédico que equivalen al nivel Avanzado de formación.
Regulación de la profesión de paramédico por país
España
En España el término paramédico no está recogido de manera oficial por lo que no existen profesionales que utilicen esa denominación. Coloquialmente, por influencia del sistema anglosajón, algunos suelen asociarlo a los Técnico en Emergencias Sanitarias. Otros colectivos lo asignan al enfermero de emergencias prehospitalarias por considerar que su labor se asemeja más al paramédico anglosajón, sólo los enfermeros están autorizados a realizar técnicas invasivas, algo que no se permite a los técnicos. Los técnicos están presentes en las ambulancias de Soporte Vital Básico, y también junto a enfermeros y médicos en las ambulancias de Soporte Vital Avanzado o Uvi móvil. También hay técnicos junto a enfermeros en ambulancias de Soporte Vital Intermedio o Soporte Vital con Enfermería que actuarían de forma similar a las ambulancias del sistema paramédico anglosajón con conexión directa radio telefónica con el médico regulador sus SAMU respectivos.
Finlandia
En Finlandia, los paramédicos están encuadrados dentro de las profesiones de enfermería, siendo enfermeros especializados en emergencias, de tal forma que estudian una titulación que les otorga un doble título de enfermeros/paramédicos.
Holanda
En Holanda los paramédicos son enfermeros especializados en cuidados críticos y emergencias.
Lugares de trabajo de los paramédicos
Bomberos de Caracas y estudiantes de Emergencias Prehospitalarias del IUTRBF
Paramédicos trabajando en una ambulancia de Brasil. Como en varios otros países, están en relación radiotelefónica con el médico regulador del SAMU y puede recibir ayuda de un equipo de UTIM.
Los paramédicos de ambulancia son empleados por una diversa serie de distintas agencias: por el gobierno (como parte del sistema de salud pública) como es el caso del sistema chileno SAMU (Servicio de Atención Médica de Urgencia), por organizaciones privadas (hospitales y compañías privadas de ambulancias). Los paramédicos pueden ser empleados también por instituciones cuyos empleados trabajen en ambientes de riesgo para la salud, como, por ejemplo, industrias, empresas de químicos, empresas petroleras o mineras, centros comerciales, eventos masivos, deportes extremos, y las fuerzas armadas, entre otras.
Los paramédicos militares de la línea de frente
Unos son derivados de los camilleros, enfermeros, ambulancieros militares de guerra que salvaron tantos soldados, otros son simplemente los personales paramédicos de sanidad y de los hospitales militares que tienen la misma capacitación que los civiles y que trabaja.
Primeros auxilios
Los primeros auxilios consisten en la atención inmediata que se le da a una persona enferma o lesionada en el lugar de los acontecimientos, antes de ser trasladado a un centro asistencial u hospitalario. Los primeros auxilios son limitados a los conocimientos de la persona que lo aplica de acuerdo a sus conocimientos , por esto el socorrista nunca debe pretender reemplazar al personal médico, pueden ser de primera instancia o de segunda instancia.
Secuencia de atención
Por ejemplo, si encontramos a alguna persona inconsciente o con sospecha de haber recibido una descarga eléctrica o electrocución, la persona que la atendera debe estar segura que no le va a ocurrir lo mismo. Debe revisar que la zona sea segura. Si hay alguien más en el lugar del accidente, debe darle instrucciones para solicitar los servicios de emergencia, dando los siguientes datos:
1.Proporcione número telefónico desde el cual se está llamando, si se conoce.
2.Proporcione ubicación del lugar donde se encuentra la víctima.
3.Describir el tipo de urgencia que está experimentando la víctima.
4.Describa el tipo de ayuda que se está proporcionando.
5.Dé su nombre
6.Diga qué otro tipo de ayuda que necesita: Bomberos, policía, etc.
A continuación se hace la valoración del paciente.
1.Evaluación primaria del paciente.
2.Valoración de la consciencia: se preguntará a la víctima cómo está, cómo se encuentra. Si contesta, es símbolo inequívoco de que respira y tiene pulso. En caso que no conteste, pellizcar levemente en los hombros; si reacciona, seguir la conducta anterior; en caso de muerte, llamar a los servicios de emergencias cuanto antes. Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o no. Alerta. Está despierto, habla.
Verbal. Responde al llamado, cuando alzamos la voz y lo llamamos ¿Cómo esta?
Dolor. Responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o gruñidos.
Inconsciente. No responde.
3.Valoración neurológica mediante la escala de Glasgow: evaluación de la respuesta motora. Tiene los ojos abiertos.Nunca.
Sólo al estímulo doloroso.
Con estímulo verbal.
De manera espontánea.
Respuesta verbal.Sin respuesta.
No comprensible.
Incoherencia.
Habla desorientado.
Habla orientado.
Respuesta motora.Sin respuesta.
Extensión ante el estímulo.
Flexión anormal.
Retira ante estímulos dolorosos.
Localiza el estímulo doloroso.
Obedece las órdenes.
Valoración de la escala: 15 puntos: paciente en estado normal.
15-14 puntos: traumatismo generalizado.
13-9 puntos: politraumatismo.
inferior a 9 puntos: traumatismo craneoencefálico grave.
4.Valoración de la respiración. Nos acercaremos a la boca de la víctima con la mejilla e intentaremos sentir el aliento a la vez que dirigimos la mirada al tórax (si respira se moverá). Es importante destacar que en caso de que exista respiración, hará falta explorar el pulso ya que puede o no tenerlo. Ver: Miramos el tórax, se eleva o no, si se eleva y baja respira.
Escuchar: Con el oído escuchamos el sonido de la respiración.
Sentir: Con los dedos índice y medio sentimos el pulso carotídeo (a un lado de la tráquea) de la víctima.
5.Activar el sistema médico de emergencias o urgencias.
6.Valoración del pulso. Existen múltiples lugares donde buscarlo, se divide en dos grupos: Pulso centralLas arterias carótidas, situadas a ambos lados de la nuez de Adán en una pequeña depresión, en la garganta; para sentirlo presionar levemente con los dedos índice y mayor, nunca con el pulgar (sentiríamos nuestro propio pulso). Las arterias femorales, situadas en la región inguinal, en la raíz del muslo. Sentiremos el pulso en nuestros dedos.Pulso periféricoOtros lugares para identificar el pulso pueden ser las arterias radiales, en la cara externa de la muñeca. Menos recomendables ya que en caso de accidente y pérdida del conocimiento, la sangre se redistribuye hacia los órganos vitales, y no a las extremidades por lo que a veces este método puede resultar engañoso.
En caso de no encontrar pulso, iniciar el masaje cardíaco, es decir la reanimación cardiopulmonar RCP.
Según las nuevas pautas del European Resuscitation Council (ERC) que se publicaron en 2010 el pulso no es un criterio para decidir sobre empezar la reanimación cardiopulmonar.En lugar de eso, la respiración es más importante porque es más fácil verificar si una persona respira.1 Además dicen estas Guías que los reanimadores entrenados deberían también proporcionar ventilaciones con una relación compresiones-ventilaciones (CV) de 30:2. Para los reanimadores no entrenados, se fomenta la RCP con sólo compresiones torácicas guiada por teléfono.
Quemaduras
Son un tipo específico de lesión de los tejidos blandos producidas por agentes físicos, químicos, eléctricos o radiaciones. Se producen por exposición al fuego, a metales calientes, a radiación, a sustancias químicas cáusticas, a la electricidad o, en general, a cualquier fuente de calor (por ejemplo el Sol). Las quemaduras se clasifican según la profundidad del tejido dañado y según la extensión del área afectada. Una quemadura de primer grado, que sólo afecta a la capa superficial de la piel, se caracteriza por el enrojecimiento. Una quemadura de segundo grado presenta formación de flictenas (ampollas), y una de tercer grado afecta al tejido subcutáneo, músculo y hueso produciendo una necrosis. La gravedad de una quemadura también depende de su extensión. Ésta se mide en porcentajes de la superficie corporal. Las quemaduras graves producen shock y gran pérdida de líquidos. Un paciente con quemaduras de tercer grado que ocupen más del 10% de la superficie corporal debe ser hospitalizado lo antes posible.
Nemotecnia
En aquellos casos de emergencia, conviene tener presentes ciertas reglas de nemotecnias que permitan recordar fácilmente el orden de actuación. Un ejemplo de regla nemotecnia puede ser la siguiente - PAS:
Proteger (P): Protege a la víctima y al resto de personas (tú incluido) del foco que origina el daño.
Alertar (A): Pide ayuda (número de teléfono de emergencias "911)
Socorrer (S): Pon en práctica las medidas de auxilio imprescindibles para mantener con vida a la víctima. Deja el resto de acciones a los profesionales.
Todo hogar, escuela, lugar público, centro de trabajo y automóvil debe contar con un botiquín que contenga lo necesario para salvar una vida y evitar complicaciones provocadas por un accidente.
Un botiquín debe contener material de curación y medicamentos que no tengan riesgo para las personas, sin embargo siempre debe preguntarse antes de administrarlos sobre una posible alergia o reacción negativa ante cualquier medicina o sustancia.
Es importante que el botiquín no esté al alcance de los niños, se conserve en un lugar fresco y seco y que se revise periódicamente la fecha de caducidad de los medicamentos para sustituirlos en caso necesario.
Para atender una emergencia, el botiquín debe incluir:
• Directorio de un médico cercano, Cruz Roja, ambulancias y servicios de salud, bomberos y centro de información toxicológica. • Solución antiséptica. • Paños antisépticos. • Tratamiento para quemaduras. • Parche ocular con adhesivo. • Solución para lavado ocular. • Esparadrapo. • Tela adhesiva o micropore. • Gasas esterilizadas. • Vendas limpias de al menos 3 tamaños. • Tijeras limpias, no oxidadas. • Termómetro. • Agua oxigenada. • Jabón neutro. • Lámpara de pilas. • Mínimo dos pares de guantes de látex o guantes estériles. • Isodine o Betadine (espuma y solución). • Bolsas de plástico. • Mascarilla para insuflación. • Férulas.
En caso de no contar con un botiquín cuando se presente una emergencia, se pueden utilizar reglas o lápices, medias, corbatas, sábanas o pañuelos limpios.
Lo más importante es preservar la vida del paciente.
Triaje
El TRIAJE (del francés triage, "clasificación", del verbo “trier” separar, clasificar) o protocolo de intervención es un método de selección y clasificación de pacientes empleado en la medicina de emergencias y desastres. Evalúa las prioridades de atención, privilegiando la posibilidad de supervivencia, de acuerdo con las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles. Trata por tanto de evitar que se retrase la atención del paciente, que empeoraría su pronóstico por la demora en su atención. Un nivel que implique que el paciente puede ser demorado no quiere decir que el diagnóstico final no pueda ser una enfermedad grave, ya que un cáncer, por ejemplo, puede tener funciones vitales estables que no obligue a ser visto por un médico con premura. Por tanto, evalúa el riesgo inmediato de muerte y las posibles complicaciones derivadas de la espera. En situaciones de demanda masiva, atención de múltiples víctimas o desastre, se privilegia a la víctima con mayores posibilidades de supervivencia según gravedad y la disponibilidad de recurso.
El Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española (DRAE), define el término triaje como acción y efecto de triar (escoger, separar, entresacar). La ortografía con “g” NO está aceptada.
El primero en utilizar este término fue el barón Dominique-Jean Larrey, médico cirujano militar, jefe de los servicios sanitarios del ejército de Napoleón, que comenzó a utilizarlo como un sistema de clasificación para tratar a los heridos en el campo de batalla.
Clasificación de triaje
Triaje en desastres
Esta clasificación, que se ha ido empleando en la guerra, se ha extendido para las catástrofes. En estas se clasifica a los pacientes por colores:
Negro : las posibilidades de recuperación son nulas. En algunos triajes diferencian el negro que es el paciente agonizante del blanco en que ya ha fallecido.
Rojo : cuando el paciente tiene posibilidad de sobrevivir y la actuación médica debe ser inmediata.
Ejemplos: Paciente en choque, estado epiléptico o convulsivo, paro cardiaco o respiratorio, dificultad para respirar, fracturas o golpes graves, traumas (cráneo, cadera), heridas graves, parto en curso, intento de suicidio, embarazada con sangrado. Debe atenderse inmediatamente.
Amarillo : pacientes que presentan una situación de urgencia con riesgo vital.
Puede complicarse en cualquier momento. Ejemplos: Tos con expectoración y fiebre sin mejora después de una consulta médica, cuerpo extraño en ojo, en oído, dolor de cabeza, con síntomas asociados, signos de infección de herida quirúrgica, heridas que necesitan puntos que no involucre un órgano vital, embarazadas sin sangrado, dolor en el pecho de más de 5 días, dolor abdominal de más de 5 días. Promedio de espera para la atención: 1 a 2 horas.
Verde : paciente levemente lesionado, que puede caminar y su traslado no precisa medio especial.
Ejemplos: Vomito sin sangre, diarrea sin deshidratación, alergias, enfermedades crónicas, enfermedades en menores de 5 años sin complicaciones, esguince, espasmo muscular, tos seca y malestar general, trauma menor. Promedio de espera para la atención: hasta 6 horas
Clasificación blanca (no urgente) : paciente con problema no agudo que no asiste a consulta externa y espera ser atendido en urgencias por una molestia menor o crónica Ejemplos: resfriado común, malestar sin fiebre, Cólico menstrual, flatulencia, estreñimiento, cefalea crónica sin síntomas asociados, revisión de sutura, masa en testículo, oleadas de calor, incontinencia crónica sin síntomas agudos, tos crónica sin síntomas asociado. Debe ser remitido a consulta externa. Se deben atender máximo en 72 horas
Consulta prioritaria
Espacio de consulta ambulatoria asignada para atender a usuarios con una clasificación TRIAJE VERDE O BLANCA y que sin corresponder a una urgencia existe la posibilidad de deterioro si en las próximas 24 horas no se define algún manejo. Dicho deterioro no corresponde a una urgencia vital, sin agravamiento de síntomas o dificultad para que sea más efectivo tratamiento. El procedimiento de verificación de derechos será posterior a la selección y clasificación del paciente, “triaje” y no podrá ser causa para posponer la atención inicial de urgencias.
Triaje de urgencias y emergencias
Se trata del proceso de clasificación para los que acuden a un Servicio de Urgencias, hospitalario o extrahospitalario. Entendemos por triaje de urgencias el proceso de valoración clínica preliminar que ordena a los pacientes antes de la valoración diagnóstica y terapéutica completa según su grado de urgencia, de forma que en una situación de saturación del servicio o de disminución de recursos, los pacientes más urgentes son tratados los primeros, y el resto son controlados continuamente y revaluados hasta que los pueda visitar el equipo médico. El triaje de emergencias extrahospitalario tiene dos componentes: (1) Triaje telefónico, entendido como el proceso de clasificación de los pacientes por el Centro Coordinador o Regulador de Emergencias, con base en la valoración protocolizada de su grado de urgencia, de forma que se establezcan los tiempos de espera razonables para ser atendidos y tratados por el equipo sanitario y se active el mejor recurso de atención para su caso y/o el mejor medio de transporte sanitario al centro sanitario más adecuado, independientemente del orden de la demanda asistencial; y (2) el Triaje de Emergencias, entendido como el proceso de clasificación de los pacientes por un equipo sanitario de atención prehospitalaria, de acuerdo a la valoración protocolizada de su grado de urgencia, de forma que se establezca los tiempos de espera razonables para ser atendidos y tratados por el equipo sanitario y el mejor medio de transporte sanitario al centro sanitario más adecuado, siendo el personal de enfermería quienes generalmente lo realizan.
En los últimos años se han desarrollado distintos sistemas y escalas de triaje, en Canadá (Canadian Triage and Acuity Scale) basado en el australiano, Reino Unido (Manchester Emergency Triage System), Estados Unidos (Triage Scale Standardization), Andorra (Modelo Andorrano de Triaje) basado en el canadiense y Australia (The Australasian Triage Scale). En España se han realizado dos adaptaciones, que se están implantando en varios hospitales:
El "SET", Sistema Estructurado de Triaje, que resulta de una adaptación del "MAT", Modelo Andorrano de Triaje. En él hay 650 motivos de consulta distribuidos en 32 categorías sintomáticas, que con datos del interrogatorio y unos datos exploratorios básicos, clasifican con 5 niveles de urgencia.
El "Manchester", basado en el sistema del mismo nombre del Reino Unido. A partir de 51 motivos de consulta y a través de unas preguntas dirigidas en un diagrama. Es decir según la respuesta si/no, se produce la clasificación, con 5 niveles de gravedad.
Se han desarrollado en varias comunidades autónomas, como en Navarra y la Comunidad Valenciana, otros programas alternativos propios.
La tendencia actual, en la mayoría de los hospitales, es la de establecer 5 niveles de gravedad, según la posible demora en su atención:
Nivel 1 o rojo : precisa de la atención por el médico de forma inmediata.
Nivel 2 o naranja : la atención por el médico puede demorarse hasta 10 minutos.
Nivel 3 o amarillo : Pacientes que presentan una situación de urgencia con riesgo vital; la atención por el médico puede demorarse hasta 60 minutos.
Nivel 4 o verde : la atención por el médico puede demorarse hasta 2 horas.
Nivel 5 o azul : la atención por el médico puede demorarse hasta 4 horas.
En caso de que por falta de recursos no pudiera cumplirse con estos tiempos se debería retirar, es decir volver a valorar la situación del paciente. Cabe señalar que a nivel hospitalario el triaje es una actividad especializada de los servicios de emergencia o urgencia, que se caracteriza por un registro escrupuloso de las funciones vitales, escalas e índices diversos, los que son constantemente evaluados para mejorar los resultados, evitando el sobretriaje o subtriaje, asegurando la calidad de atención.
Los programas referidos, aunque engloban teóricamente el nivel extra-hospitalario, no reflejan las características diferentes en este medio.
Conceptos relacionados
Diferencia entre catástrofe y desastre
Según el Diccionario de la lengua española, una catástrofe es un hecho o suceso infausto que altera gravemente el orden regular de las cosas, y un desastre es una desgracia grande, un suceso infeliz y lamentable, por lo que catástrofe es el hecho y desastre, la consecuencia. El desastre ocurre cuando se pierde la capacidad de respuesta de una organización o sociedad.
Demanda masiva y atención de múltiples víctimas
La atención de los pacientes en situación de emergencia o urgencia requiere que los centros hospitalarios, los servicios y los sistemas prehospitalarios tengan una oferta de reserva, la cual se utilizará para resolver las fluctuaciones de la demanda. La atención individual se explica por sí misma. La atención de múltiples víctimas ocurre cuando se atiende a dos o más personas graves procedentes de un mismo evento; la demanda sobrepasa la oferta normal de servicios, esto ocurre hasta el uso de la primera mitad de la oferta de reserva.
La demanda masiva implica el uso de la segunda mitad de la oferta de reserva. El desastre ocurre cuando la demanda excede el total de la oferta incluida la oferta de reserva, produciéndose una pérdida de la capacidad operativa del sistema.
Triaje estructurado
Sistema de triaje de cinco niveles, fiable, válido, útil, relevante y reproducible, y disponibilidad de una estructura física, profesional y tecnológica en los servicios, dispositivos y centros donde se atienden las urgencias y emergencias, que permitan hacer el triaje de los pacientes según un modelo de calidad evaluable y continuamente mejorable.
Enfermería
La enfermería (del latín in-, «negación»; firmus, firma, firmum, «firme, resistente, fuerte»; y -eria, «actividad, establecimiento» o «actividad, establecimiento [relacionado] con los no firmes, no fuertes [enfermos]») es la ciencia que se dedica al cuidado y atención de enfermos y heridos, así como a otras tareas asistencia sanitarias, siguiendo pautas clínicas. La enfermería forma parte de las conocidas como ciencias de la salud. La enfermería abarca la atención autónoma y en colaboración dispensada a personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en todas circunstancias. Comprende la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la atención dispensada a enfermos, discapacitados y personas en situación terminal.
Definiciones y conceptos
El Consejo Internacional de Enfermería, esta se define del siguiente modo:
La enfermería tradicional abarca los cuidados autónomos y en colaboración, que se prestan a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos en todos los contextos, e incluyen la de la salud, la prevención de la enfermedad, y los cuidados de los enfermos, discapacitados y personas moribundas. Las funciones esenciales de la enfermería son la defensa, el fomento de un entorno seguro, la investigación, la participación en la política de salud y en la gestión de los pacientes y los sistemas de salud, y la formación.
La Asociación Norteamericana de Enfermeros declara desde 1987, en un documento denominado «Nursing: A Social Policy Statement», a la enfermería como: «El diagnóstico y tratamiento de las respuestas humanas ante problemas de salud reales o potenciales».
La primera Teoría de enfermería nace con Florence Nightingale, a partir de allí aparecen nuevos modelos, cada uno de los cuales aporta una filosofía de entender la enfermería y el cuidado. Las enfermeras comenzaron a centrar su atención en la adquisición de conocimientos técnicos que les eran delegados, y con la publicación del libro «Notas de Enfermería» de Florence Nightingale en 18595 se sentó la base de la enfermería profesional.
Conceptos de la enfermería
autocuidado
investigación en cuidados
metaparadigma de enfermería
metodología de los cuidados enfermeros: proceso de atención de enfermería
modelos y teorías de la enfermería
Profesionales de enfermería
El profesional de enfermería es tanto de nivel técnico (enfermero auxiliar, enfermero técnico superior) como de nivel universitario (enfermero diplomado, licenciado o graduado) y se dedica a los cuidados de enfermería de individuos de todas las edades, familias, grupos y comunidades.
España
En España, por ley7 los enfermeros diplomados o graduados son los responsables de la dirección, evaluación y prestación de los cuidados de enfermería orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como a la prevención de enfermedades y discapacidades.
Todos los enfermeros diplomados o graduados están capacitados para realizar las funciones de enfermería asistencial, administrativa, docente e investigadora. También existe la figura del llamado enfermero supervisor, cuya función es supervisar y organizar el trabajo y entorno físico de trabajo de todos los profesionales que existen en la unidad a su cargo. Los enfermeros tienen funciones independientes (las relativas al cuidado) y dependientes o delegadas por el médico (administración de medicación, vendajes especiales y técnicas invasivas).
La profesión de enfermería ha recibido diferentes nomenclaturas a lo largo de su historia en España. Hace años, se conocían como practicantes. Tras la creación de escuelas para la formación de ayudantes técnicos sanitarios, entre los años 1950 y 1970, se acuñó el término ATS (Ayudante Técnico Sanitario). En 1977, se crearon las Escuelas Universitarias de Enfermería, donde se forman los profesionales con una titulación universitaria de diplomatura, y pasan a denominarse D.U.E. (Diplomado Universitario en Enfermería). En la actualidad, con la aplicación del Plan Bolonia en las universidades españolas,se comienza a hablar de enfermeros graduados
.
Por otra parte, los enfermeros auxiliares son conocidos como técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, técnicos auxiliares de enfermería o auxiliares de enfermería, obtienen su título tras dos cursos académicos de preparación —no universitarios. Tienen formación profesional de grado medio.
Camilla
Una camilla es un aparato, armazón o utensilio utilizado para transportar de un lugar a otro a un herido o para atender a un paciente enfermo en una consulta médica. Son un mueble habitual en centros de masaje y de estética, en centros médicos y de recuperación y en ambulancias y puestos de socorro. Pueden ser plegables de madera o de aluminio, camillas fijas de madera o de metal, camillas eléctricas, camillas de rescate, camillas de ambulancia etc
Camilla con ruedas
La camilla que se utiliza dentro de una ambulancia o en un hospital tiene ruedas que hacen más fácil el transporte. También tiene un dispositivo de fijación para atar al paciente (por ejemplo en caso de un accidente de tránsito).
Camilla para desastres
La camilla dura para desastres se diseña para un almacenamiento y transporte fácil. Consiste en una estructura tubular de aluminio y una tela plástica lavable. No se puede enrollar pero se puede apilar. Como la camilla plegable o la de desastres no tiene ruedas, generalmente se tiene que llevar entre tres o cuatro personas. Cuando la tienen que llevar dos personas, se atan arneses en las manijas para que el peso sea soportado por los hombros y no por las manos.
Camilla enrollable
La camilla enrollable es la más sencilla: está hecha de dos barras y una tela o plástico extendido entre ellas. Se puede guardar enrollada. Estas camillas prácticamente ya no se usan en los servicios de emergencia modernos, pero aún se utilizan en organismos donde el espacio es un factor importante, o en empresas francesas (donde es obligatorio disponer al menos de una camilla).
Este tipo de camilla (que se puede apoyar en el suelo) se carga entre dos personas, una a la cabeza y otra a los pies. La persona a transportar es subida encima de la camilla, luego se alza ésta y se transporta. Muchas veces la persona es atada a la camilla para evitar que se lastime más.
Dispositivos de alzamiento y transporte
El paciente o herido debe ser levantado (alzado) para ser puesto sobre la camilla. Ese alzado se puede hacer manualmente: entre dos o más enfermeros o paramédicos toman al paciente de los pies, los hombros y la cabeza, tratando de que no se mueva el cuello. El paciente también puede ser alzado con dispositivos específicos. Esos dispositivos también se pueden usar como camillas, pero sólo en distancias cortas.
Camilla de alzado
Antiguamente, para alzar y poner a una víctima sobre la camilla, se utilizaba una tabla. En caso de que se sospechara de la presencia de un trauma vertebral, la víctima era cogida por los pies, los hombros y la cabeza (lo cual era llamado coloquialmente el «efecto Túpac Amaru», ya que generalmente —si había vértebras quebradas— producía traumas gravísimos en la médula, el cerebro, etc.). Mientras tanto uno de los enfermeros empujaba la tabla debajo del paciente y éste era apoyado sobre la tabla y atado a ella. Luego la tabla se levantaba y se ponía sobre la camilla de transporte. La inmovilización se podía realizar mediante un colchón de vacío puesto sobre la camilla. Es una tabla de metal, madera o mejor de polímero con una estructura metálica (rígida, lavable e invisible a los rayos X) es un poco más grande y larga que un cuerpo humano, con manijas. Se usa para sacar víctimas de vehículos.
Inmovilización en la tabla
La inmovilización de la columna se puede realizar:
con un collar cervical rígido;
con un soporte lateral para la cabeza, para evitar la rotación del cuello. Puede ser una frazada enrollada (las camillas modernas proveen bloques específicos); dependiendo del tamaño del paciente, puede ser necesario enrollar una frazada alrededor de la pelvis;
atando al paciente a la tabla (frente, la mandíbula, los hombros, la pelvis y las rodillas (adaptable a traumatismos específicos).
Sus ventajas comparadas con el colchón de vacío son:
es más liviana y resistente;
evita una transferencia a otro dispositivo de inmovilización.
Sus desventajas:
es dura, por lo que puede causar daños secundarios;
es incómoda;
no tiene bordes, por lo que el paciente no se siente seguro durante los movimientos de la tabla;
debido a las ataduras, no es útil para traumatismos de pelvis o miembros.
Cuando no hay sospecha de trauma vertebral, el colchón de vacío se puede usar directamente como camilla (ya que tiene manijas), lo cual es importante en sitios angostos donde la camilla no se podría mantener horizontal; es más seguro y confortable que atar a la víctima a la camilla.
Pala
La camilla pala supuso un mejoramiento de la tabla de alzado. Es un dispositivo utilizado para el alzado de la víctima cuando se sospecha la presencia de un trauma vertebral. La víctima es alzada ligeramente por los pies, los hombros y la cabeza. Debido a que no es necesario levantarla completamente, el «efecto Túpac Amaru» es menos grave. Mientras el paciente está colgado de los pies, los hombros y la cabeza, otro paramedico dispone la pala en el suelo y la «arma» en segundos debajo del paciente. Luego éste es apoyado sobre la pala y atado a ella. La pala se levanta y simplemente se pone sobre la camilla. La camilla pala tiene principalmente la forma de su nombre (pala) comúnmente es amarilla o de colores fosforescente.
Camilla automática de emergencia
La camilla automática de emergencia se utiliza para el alzamiento no traumático de un paciente o herido. La patente de invención correspondiente es de Claudio Blotta, de Rosario (Argentina). Está cubierta por una sábana sinfín, que funciona como una cinta transportadora formada por delgados cilindros de goma. En 30 segundos esta placa se autointroduce entre el paciente y cualquier superficie plana (como una cama o el suelo). Una vez que el paciente queda completamente situado encima de la camilla de emergencia (sin haberle movido un solo músculo, hueso o articulación), la camilla se puede alzar para transportar al paciente hasta otra cama o hasta una camilla de hospital o de ambulancia. Para descargar al paciente en otra camilla se utiliza el procedimiento inverso: la camilla de emergencia «sale» lentamente de abajo del paciente.1 Esta camilla evita completamente el «efecto Túpac Amaru» (que se genera cuando los paramédicos alzan al paciente para ubicarlo sobre una camilla convencional, e involuntariamente tironean sus miembros y cuello).
Camilla flexible
Cuando no hay traumatismo alguno, el paciente puede ser alzado con una camilla «flexible», que es un tipo de lona con manijas. La lona se enrolla en el piso al lado de la víctima; ésta es girada sobre su costado para poder introducir la lona debajo de ella, luego se desenrolla la lona. Esto es útil especialmente con pacientes muy pesados. La lona tiene seis manijas, por lo que seis personas pueden realizar el alzado. Cuando el paciente tiene que se transferido a otra camilla, se pone la lona directamente sobre una camilla normal. Cuando la camilla flexible se utiliza sola, usualmente se pone una sábana sobre ella, para evitar el contacto directo de la piel con la lona plástica.
La camilla Nimier
La camilla Nimier (brancard Nimier) fue la que usó el ejército francés durante la Primera Guerra Mundial. La víctima debía ser puesta en posición sentada (o sea con los muslos perpendiculares al tronco). De esta manera la camilla era más corta y podía girar en las esquinas de una trinchera.
Primeros auxilios
Los primeros auxilios consisten en la atención inmediata que se le da a una persona enferma, lesionada o accidentada en el lugar de los acontecimientos, antes de ser trasladada a un centro asistencial u hospitalario.
Secuencia de atención
Por ejemplo, si se encuentra a una persona inconsciente o con sospecha de haber recibido una descarga eléctrica o electrocución, la persona que la atenderá debe estar segura que no le va a ocurrir lo mismo. Debe revisar que la zona sea segura. Si hay alguien más en el lugar del accidente, debe darle instrucciones para solicitar los servicios de emergencia, dando los siguientes datos:
1.El número telefónico desde el cual se está llamando, si se conoce.
2.La ubicación del lugar donde se encuentra la víctima.
3.El tipo de urgencia que está experimentando la víctima.
4.El tipo de ayuda que se está proporcionando.
5.Su nombre.
6.Qué otro tipo de ayuda que necesita: bomberos, policía, etc.
A continuación se hace la valoración del paciente.
1.Evaluación primaria del paciente.
2.Valoración de la conciencia: se preguntará a la víctima cómo está, cómo se encuentra. Si contesta, es símbolo inequívoco de que respira y tiene pulso. En caso que no conteste, pellizcar levemente en los hombros; si reacciona, seguir la conducta anterior. En caso de muerte, llamar a los servicios de emergencias cuanto antes. Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o no: Alerta. Está despierto, habla.
Verbal. Responde al llamado, cuando alzamos la voz y lo llamamos ¿Cómo está?
Dolor. Responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o gruñidos.
Inconsciente. No responde.
3.Valoración neurológica mediante la escala de Glasgow: evaluación de la respuesta motora. Tiene los ojos abiertos:Nunca.
Sólo al estímulo doloroso.
Con estímulo verbal.
De manera espontánea.
Respuesta verbalSin respuesta.
No comprensible.
Incoherencia.
Habla desorientado.
Habla orientado.
Respuesta motoraSin respuesta.
Extensión ante el estímulo.
Flexión anormal.
Retira ante estímulos dolorosos.
Localiza el estímulo doloroso.
Obedece las órdenes.
Valoración de la escala: 15 puntos: paciente en estado normal.
15-14 puntos: traumatismo generalizado.
13-9 puntos: politraumatismo.
Inferior a 9 puntos: traumatismo craneoencefálico grave.
4.Valoración de la respiración. Nos acercaremos a la boca de la víctima con la mejilla e intentaremos sentir el aliento a la vez que dirigimos la mirada al tórax (si respira se moverá). Es importante destacar que en caso de que exista respiración, hará falta explorar el pulso, ya que puede o no tenerlo. Ver: Miramos el tórax, si se eleva o no. Si se eleva y baja, respira.
Escuchar: Con el oído escuchamos el sonido de la respiración.
Sentir: Con los dedos índice y medio sentimos el pulso carotídeo (a un lado de la tráquea) de la víctima.
5.Activar el sistema médico de emergencias o urgencias.
6.Valoración del pulso. Existen múltiples lugares donde buscarlo, se divide en dos grupos: Pulso centralLas arterias carótidas, situadas a ambos lados de la nuez de Adán en una pequeña depresión, en la garganta. Para sentirlo presionar levemente con los dedos índice y mayor, nunca con el pulgar (sentiríamos nuestro propio pulso). Las arterias femorales, situadas en la región inguinal, en la raíz del muslo. Sentiremos el pulso en nuestros dedos.Pulso periféricoOtros lugares para identificar el pulso pueden ser las arterias radiales, en la cara externa de la muñeca. Menos recomendables ya que en caso de accidente y pérdida del conocimiento, la sangre se redistribuye hacia los órganos vitales, y no a las extremidades por lo que a veces este método puede resultar engañoso
En caso de no encontrar pulso, iniciar el masaje cardíaco, es decir la reanimación cardiopulmonar RCP.
Según las nuevas pautas del European Resuscitation Council (ERC) que se publicaron en 2010, el pulso no es un criterio para decidir sobre si empezar la reanimación cardiopulmonar. En lugar de eso, la respiración es más importante porque es más fácil verificar si una persona respira. Además dicen estas Guías que los reanimadores entrenados deberían también proporcionar ventilaciones con una relación compresiones-ventilaciones (CV) de 30:2. Para los reanimadores no entrenados, se fomenta la RCP con solo compresiones torácicas guiada por teléfono.
Quemaduras
Son un tipo específico de lesión de los tejidos blandos producidas por agentes físicos, químicos, eléctricos o radiaciones.
Se producen por exposición al fuego, a metales calientes, a radiación, a sustancias químicas cáusticas, a la electricidad o, en general, a cualquier fuente de calor (por ejemplo el sol). Las quemaduras se clasifican según la profundidad del tejido dañado y según la extensión del área afectada. Una quemadura de primer grado, que sólo afecta a la capa superficial de la piel, se caracteriza por el enrojecimiento. Una quemadura de segundo grado presenta formación de flictenas (ampollas), y una de tercer grado afecta al tejido subcutáneo, músculo y hueso produciendo una necrosis. La gravedad de una quemadura también depende de su extensión. Esta se mide en porcentajes de la superficie corporal. Las quemaduras graves producen shock y gran pérdida de líquidos. Un paciente con quemaduras de tercer grado que ocupen más del 10 % de la superficie corporal debe ser hospitalizado lo antes posible.
Nemotecnia
En aquellos casos de emergencia, conviene tener presentes ciertas reglas de nemotecnias que permitan recordar fácilmente el orden de actuación. Un ejemplo de regla nemotecnia puede ser la siguiente - PAS:
Proteger (P): Protege a la víctima y al resto de personas (incluido el propio socorrista) del foco que origina el daño.
Alertar (A): Pide ayuda (número de teléfono de emergencias 911)
Socorrer (S): Pon en práctica las medidas de auxilio imprescindibles para mantener con vida a la víctima. Deja el resto de acciones a los profesionales.
Botiquín
Todo hogar, escuela, lugar público, centro de trabajo y automóvil debe contar con un botiquín que contenga lo necesario para salvar una vida y evitar complicaciones provocadas por un accidente.
Un botiquín debe contener material de curación y medicamentos que no tengan riesgo para las personas, sin embargo siempre debe preguntarse antes de administrarlos sobre una posible alergia o reacción negativa ante cualquier medicina o sustancia.
Es importante que el botiquín no esté al alcance de los niños, se conserve en un lugar fresco y seco y que se revise periódicamente la fecha de caducidad de los medicamentos para sustituirlos en caso necesario.
El botiquín debe incluir:
Directorio de personal sanitario cercano, Cruz Roja, ambulancias y servicios de salud, bomberos y centro de información toxicológica, etc.
Solución antiséptica
Paños antisépticos
Tratamiento para quemaduras
Parche ocular con adhesivo
Solución para lavado ocular
Esparadrapo
Tela adhesiva o micropore
Gasas esterilizadas
Vendas limpias de al menos tres tamaños
Tijeras limpias, no oxidadas
Termómetro
Agua oxigenada
Jabón neutro
Lámpara de pilas
Mínimo dos pares de guantes de látex o guantes estériles
Isodine o Betadine (espuma y solución)
Bolsas de plástico
Mascarilla para insuflación
Férulas
En caso de no contar con un botiquín cuando se presente una emergencia, se pueden utilizar reglas o lápices, medias, corbatas, sábanas o pañuelos limpios.