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Artículo: Dr. Marcelo Ochoa - Cirujano de Columna

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Autorizado para publicación en el Directorio Médico Quito y Guayaquil

 

 

 

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Hernia de disco torácico

 

Ochoa Valarezo M.1, Lozada Tobar A.2*
1 Médico Tratante en Traumatología y Ortopedia, Cirujano de Columna, Hospital de Especialidades De las Fuerzas Armadas HE-1. Quito, Ecuador
2 Residente del postgrado en Ortopedia y Traumatología, Pontificia Universidad Católica del Ecuador

 

 

La prevalencia de hernias discales torácicas varía entre el 0.15% al 1.7% y de estas las que se localizan sobre el nivel T3 representa el 4%, siendo sintomáticas del 0.5% al 0.8%. Una búsqueda realizada en pubmed reveló que están documentados 29 casos de hernia discal torácica T1-2 desde 1954 hasta la presente fecha.
Paciente de 65 años con diagnóstico de hernia discal torácica en T1-T2 y fue tratado con prednisona oral en altas dosis, neuromoduladores, AINES (antiinflamatorios no esteroideos), opioides y kinesiología con seguimiento de 4 meses.

 

Introducción


La hernia discal es una patología bastante común con una frecuencia de 40 a 50 por cada 100.000 personas. Por el contrario, la hernia de disco torácica (HDT) es mucho más rara, con una frecuencia estimada de 0.15% al 1.7% y de estas las que se localizan sobre el nivel T3 representa el 4%, siendo sintomáticas del 0.5% al 0.8%.

Los procedimientos quirúrgicos en la columna torácica representan sólo del 0,15% al 4% de los procedimientos para la hernia de disco. Las HDT tienen un modo particular de revelación y progresión, dominado por el riesgo de compresión medular. La cirugía para HDT tiene mala reputación debido a sus dificultades técnicas y al riesgo de complicaciones potencialmente graves y difíciles de tratar.1

Los tratamientos conservadores son apropiados para los discos T1-T2 que dan como resultado una radiculopatía y
en algunos casos se resuelven espontáneamente.2

 

Presentación del caso

 

Paciente de 65 años sin antecedentes patológicos ni quirúrgicos, que acude con dolor EVA 10/10 en el borde espinal de la escápula derecha que se irradia por la zona axilar hasta el tórax anterior derecho a la altura del pezón, de tres semanas de evolución.

Fue evaluado por emergencia y consulta externa por varias especialidades, siendo valorado en nuestra consulta, donde se evidencia: dolor a la palpación en borde medial de la escápula, lado medial del brazo, parestesias en dermatomas C7-C8, sin déficit neurológico.

Se observa las imágenes obtenidas por resonancia magnética, revelándose la presencia de una hernia discal torácica a nivel de T1-T2. (Figura 1)

 

hernia

 

Figura 1a. Corte sagital de IRM columna cérvico-torácica, presencia de hernia discal torácica a nivel de T1-2; 1b corte axial de IRM columna cérvico-torácica, presencia de hernia discal torácica a nivel de T1-T2


Elpacientefuesometidoauntratamientointrahospitalario durante 3 días con el siguiente esquema terapeútico:

  1. Prednisona: vía oral por 3 días en dosis decrecientes de 40, 30 y 20 mg respectivamente
  2. Tramadol 50 mg intravenoso cada 8 horas
  3. Paracetamol 1g intravenoso cada 8 horas
  4. Pregabalina 75 mg vía oral cada noche

 

El tratamiento ambulatorio indicado fue

  1. Prednisona 15 mg: vía oral por 3 días
  2. Prednisona 10 mg: vía oral por 3 días
  3. Tramadol 50 mg: vía oral cada 12 horas por 30 días
  4. Paracetamol 1g: vía oral cada 8 horas por 30 días
  5. Pregabalina 75 mg: vía oral cada noche por 3 meses

Durante el manejo inicial, el paciente experimentó una mejoría de su dolor, evitando el tratamiento quirúrgico. Durante la primera semana el EVA fue de 8/10, segunda semana 6/10, tercera semana 4/10, y la cuarta semana 1/10. Además retomó sus actividades normales.

 

Discusión

La hernia discal es una patología muy frecuente, sin embargo, en la región torácica alta es una entidad rara debido a la estabilidad relativa de la columna vertebral en este nivel. Las hernias de disco torácico se caracterizan por la protrusión del núcleo pulposo fuera de sus límites anatómicos normales.

La mayoría de las hernias de disco torácico son asintomáticas3, sin embargo cuando presentan sintomatología, lo más común es dolor en brazo, hombro y cuello  (60%),  así  como  cambios  sensoriales  (23%)  y motores (18%). La radiculopatía es el hallazgo más frecuente (87%) en casos publicados, y el síndrome de Horner se observa en el 21% de los pacientes.4, 5

Durante la valoración al paciente que se presenta con este tipo de sintomatología, se debe realizar el diagnóstico diferencial entre patología de origen cardiovascular, pleuro-pulmonar, digestivo, osteomuscular y de origen psicógeno 6.

El diagnóstico se basa en una evaluación clínica e imagenológica, por lo que diferentes modalidades de imagen pueden ser útiles en la identificación de hernias torácicas, con sus ventajas y desventajas, incluidas radiografías, tomografía computarizada (TC) e imágenes por resonancia magnética (IRM).

La resonancia magnética documenta mejor los discos torácicos blandos T1-T2, mientras que la tomografía computarizada suele ser óptima para las hernias calcificadas.2

Los roles de las imágenes en la evaluación de las hernias incluyen establecer el diagnóstico, caracterizar el tipo, delimitar la extensión, identificar los contenidos, detectar complicaciones y marcar las pautas para la intervención quirúrgica.7

 

El manejo de las hernias torácicas T1-T2, pueden ser   de tipo conservador en el caso de presentarse con una radiculopatía leve, se pueden usar corticoides, analgésicos narcóticos, relajantes musculares, neuromoduladores, además de los medicamentos antinflamatorios no esteroideos. La fisioterapia puede mejorar  la  calidad de vida y los bloqueos nerviosos selectivos ayudan a controlar el dolor radicular.

 

La cirugía para hernias de  disco  posterolaterales  T1- T2 puede requerir descompresión transfacetaria con preservación del pedículo e instrumentación con tornillos pediculares. Sin embargo, para las hernias de disco centrales T1-T2, que resultan en una mielopatía significativa, la cirugía anterior puede estar justificada.2

Tradicionalmente, estos casos se han tratado quirúrgicamente, sin embargo, como en este caso, el manejo conservador con prednisona es exitoso.

En elaño 2015 se realizó un estudio controlado aleatorizado sobre el uso de corticoides orales para mejorar la función, pero no el dolor en la radiculopatía aguda debido a una hernia de disco, en el cual los hallazgos sugieren que los esteroides orales pueden proporcionar una mejora a largo plazo en la función en personas con radiculopatía aguda debido a una hernia de disco.6

 

Conflicto de interés

Los autores declaran no tener conflictos de interés en la realización del presente artículo. Así mismo declaran haber cumplido con todos los requerimientos éticos y legales necesarios para su publicación.


 

Bibliografía

  1. Court C,  Mansour  E,   Bouthors   C.   Thoracic  disc herniation: Surgical treatment. Orthop Traumatol Surg Res. 1 de febrero de 2018;104(1, Supplement):S31-40.
  2. Rahimizadeh A, Zohrevand AH, Kabir NM, Asgari

N. T1–T2 disc herniation: Report of four cases and review of the literature. Surg Neurol Int. 2019

  1. Gokcen  HB,  Erdogan  S,  Gumussuyu  G,  Ozturk  S, Ozturk C. A Rare Case of T1-2 Thoracic Disc Herniation Mimicking Cervical Radiculopathy. Int J Spine Surg. 11 (4) 2017
  2. Caner H, Kilinçoglu BF, Benli S, Altinörs N, Bavbek

M. Magnetic Resonance Image Findings and Surgical Considerations in T1-2 Disc Herniation. Can J Neurol Sci J Can Sci Neurol. mayo de 2001;30(2):152-4.

  1. Heckmann JG, Pauli S. Horner Syndrome and Thoracic Disc Herniation. The Neurohospitalist. enero de 2016;6(1):42.
  2. Cohen SP.  Oral  steroids  for  improved   function but not pain in acute radiculopathy due to disc herniation. BMJ Evid-Based Med. 1 de agosto de 2015;20(4):138-138.
  3. Chaturvedi A, Rajiah P, Croake A,  Saboo  S,  Chaturvedi A. Imaging of thoracic hernias: types and complications. Insights Imaging. 2018;9(6):989-1005.

 

 

 

Traumatología y Ortopedia

 

La Traumatología es la rama de la medicina que se dedica al estudio de las lesiones del aparato locomotor.

En la actualidad esta definición es insuficiente, ya que la especialidad se extiende mucho más allá del campo de las lesiones traumáticas; abarca también el estudio de aquellas congénitas o adquiridas, en sus aspectos preventivos, terapéuticos, de rehabilitación y de investigación, y que afectan al aparato locomotor desde la niñez hasta la senectud.

 

Historia de la traumatología

 

De esta manera ya Hipócrates hizo referencia a técnicas de tracción continua, inmovilización con férulas, para el tratamiento de fracturas, como asimismo el tiempo estimado de consolidación, en sus obras "Tratado de las fracturas" y "Tratado de las articulaciones". En su tratado sobre articulaciones describe la técnica para la reducción de la luxación de hombro, articulación acromioclavicular, temporomandibular, como así también de rodilla, cadera y codo.

Galeno fue quien tuvo una influencia decisiva en el estudio de la osteología, los músculos y el papel de transmisión que le cabe a los nervios en su función de enviar señales a los músculos desde el cerebro.

 

En el siglo X se atribuye a la medicina persa la implementación del yeso , con el agregado de agua al polvo de sulfato cálcico deshidratado, para el tratamiento de fracturas y otras lesiones óseas de los miembros.

 

En el siglo XIV se encuentran referencias del uso de la tracción continua a través de pesos y poleas para la reducción de fracturas femorales. En esta época la separación entre la medicina y la cirugía era notable, siendo la primera una actividad reglada que se enseñaba en las cátedras de las escuelas de medicina, y la cirugía una actividad menor realizada por barberos que realizaban sangrías, amputaciones y extracciones dentarias. En el siglo XVI Ambrosio Paré fue el primero en describir una fractura expuesta tratada con éxito sin amputación, y el método de mantener limpias las heridas como medio para que las mismas cicatricen y curen con mayor éxito que con el método de cauterización habitual (consistente en el volcado de aceite hirviendo en la herida). También fue el primero en describir la fractura de cuello femoral y los desprendimientos epifisarios en niños.

En el siglo XVIII el libanés, Yamid Manssur expone una técnica para las amputaciones, consistente en cubrir el muñón de amputación mediante un colgajo de piel sana. Es precisamente en este siglo que aparece por primera vez la nomenclatura “Ortopedia” derivado del griego orthos: derecho y paidos: niño; el Dr. Nicolas Andry de Boisregard, decano de la Facultad de París publica “Orthopaedia”, libro dedicado a corregir y prevenir deformidades en niños. También se sindica a Andry como el responsable del emblema que actualmente identifica a la ortopedia: un árbol torcido que se intenta corregir con una guía externa en forma de sarmiento.

 

Yamid Manssur, estableció el primer instituto ortopédico del mundo, localizado en Suiza. Se trataba del primer hospital dedicado de forma específica al tratamiento de las lesiones y deformidades esqueléticas en niños. Siendo de esta forma el primer ortopedista y padre de la ortopedia, pues su instituto ortopédico sirvió como modelo para muchos otros centros similares.

 

En el siglo XIX se realizan cambios profundos en lo que a la aceptación de la cirugía como parte de medicina se refiere, aunado esto al hecho que el desarrollo de la anestesia permitía mayor posibilidad de trabajar sobre los fragmentos óseos expuestos. Se mejora la perspectiva de resolución a cielo abierto de las fracturas, y a finales del siglo XIX y principios del XX el desarrollo de los rayos X y la implementación por parte de Joseph Lister del concepto de antisepsia, permitió una mejor respuesta de los pacientes sometidos a tratamientos cruentos , disminuyendo significativamente los casos de septicemia que coronaban mayoritariamente las intervenciones hasta ese momento.

Wilhelm Röntgen obtuvo la primera radiografía en 1895, que era de los huesos de la mano de su esposa, logrando de este modo cambiar la traumatología como se concebía hasta ese momento, ya que permitía observar las características de las lesiones óseas de una manera que revolucionó la especialidad y dándole a la cirugía ortopédica el sesgo que aún posee hasta la actualidad.

 

El siglo XX nos trajo un gran número de avances médicos, en todas las áreas, pero tal vez la traumatología fue una de las más beneficiadas. Las dos guerras mundiales, con la gran cantidad de soldados y civiles lesionados, lograron que se desarrollaran tratamientos novedosos como el clavo endomedular de Küntscher para el tratamiento de las fracturas de fémur, y la fijación externa en el tratamiento de las fracturas abiertas. Pero uno de los avances más importantes se realizaría en los años 60 en Inglaterra. Allí un traumatólogo logró un avance tan importante que años después la reina de Inglaterra le conferiría el título de caballero: Sir John Charnley. Lo que Charnley logró fue la sustitución de caderas enfermas por piezas de metal y plástico, el llamado reemplazo articular.

 

Campo de acción

La traumatología se ocupa de las lesiones traumáticas de columna y extremidades que afectan a:
huesos: fracturas, epifisiólisis, etc
ligamentos y articulaciones: esguinces, luxaciones, artritis traumáticas, etc
músculos y tendones: roturas fibrilares, hematomas, contusiones, tendinitis, etc
piel: heridas, etc

Tratamiento conservador

Los tratamientos conservadores se basan en:
las reducciones incruentas,
vendajes blandos (compresivos, tapings, Velpeau, Gillchrist, Robert-Jones),
colocación de férulas y yesos, y
tracciones blandas o esqueléticas.

 

Tratamiento quirúrgico

Los tratamientos quirúrgicos implican una acción sobre situaciones de mayor gravedad o que requieran cirugía como único medio de solución. Para ello se emplean: la reducción abierta, agujas de Kirschner y Steinmann, placas y tornillos de osteosíntesis, dispositivos clavo-placa y tornillo-placa, clavos intramedulares (Küntscher, Gross-Kempf, Ender, Russ), fijadores externos (Hoffman, Ilizarov, monolaterales), injerto óseo, cementos óseos y prótesis para reemplazos articulares.

 

Músculo

Un músculo es un tejido blando que se encuentra en la mayoría de los animales. Generan movimiento al contraerse o extendiéndose al relajarse. En el cuerpo humano (y en todos los vertebrados) los músculos están unidos al esqueleto por medio de los tendones, siendo así los responsables de la ejecución del movimiento corporal.

La propiedad de contraerse, esto es, de poder acortar su longitud como efecto de la estimulación por parte de impulsos nerviosos provenientes del sistema nervioso, se la debe al tejido muscular que los forman, más precisamente al tejido muscular de tipo estriado esquelético.

Dos tipos más de tejido muscular forman parte de otros órganos: el tejido muscular estriado cardíaco, exclusivo del corazón, que le permite a éste contraerse y así bombear la sangre que llega a su interior; y el tejido muscular liso que está presente en el estómago y a lo largo de todo el tubo digestivo, en los bronquios, en vasos sanguíneos, en la vejiga y en el útero, entre otros.

La palabra músculo proviene del diminutivo latino musculus, mus (ratón) y la terminación diminutiva -culus, porque en el momento de la contracción, los romanos decían que parecía un pequeño ratón por la forma.

 

Los músculos están envueltos por una membrana de tejido conjuntivo llamada fascia. La unidad funcional y estructural del músculo es la fibra muscular. El cuerpo humano contiene aproximadamente 650 músculos.

 

El funcionamiento de la contracción se debe a un estímulo de una fibra nerviosa, se libera acetilcolina (ACh), la cual, va a posarse sobre los receptores nicotínicos haciendo que estos se abran para permitir el paso de iones sodio a nivel intracelular, estos viajan por los túbulos T hasta llegar a activar a los DHP –receptores de dihidropiridina– que son sensibles al voltaje, estos van a ser los que se abran, provocando a la vez la apertura de los canales de rianodina que van a liberar calcio.

El calcio que sale de éste retículo sarcoplasmático va directo al complejo de actina, específicamente a la troponina C. La troponina cuenta con tres complejos; este calcio unido a la troponina C hace que produzca un cambio conformacional a la troponina T, permitiendo que las cabezas de miosina se puedan pegar y así producir la contracción. Este paso del acoplamiento de la cabeza de miosina con la actina se debe a un catalizador en la cabeza de miosina, el magnesio, a la vez hay un gasto de energía, donde el ATP pasa a ser dividido en ADP y fósforo inorgánico.

 

El calcio que se unió a la troponina C, vuelve al retículo por medio de la bomba de calcio, donde gran parte del calcio se une a la calcicuestrina.

Composición química del tejido muscular


1.Agua, que representa, aproximadamente, las tres cuartas partes del peso del músculo.
2.Proteínas y compuestos nitrogenados que representan los cuatro quintos del peso seco. Entre estas sustancias se encuentran: el miógeno (proteína del sarcoplasma); la mioglobina, parecida a la hemoglobina de la sangre y que funciona como transportador de oxígeno. La miosina, globulina constituida por cadenas de polipéptidos y la actina, proteína que aparece en dos formas: la G-actina de forma globular y la F-actina de forma filamentosa.


Como cuerpos derivados de las proteínas figuran: el fosfágeno, que al hidrolizarse libera calor y actúa como donador de fósforo; el ATP (adenosín trifosfato o trifosfato de adenosina) y sus derivados, ADP o AMP.
3.Del grupo de los hidrocarbonados está el glucógeno, almacenado como material de reserva energética en una proporción del 0,5 al 1 %. El ácido láctico, producto de degradación de la glucosa.
4.Lípidos. La cantidad de grasas que contiene el tejido muscular varía con la alimentación y es distinta según la especie animal.
5.Compuestos inorgánicos. Entre las sales inorgánicas más importantes están las de sodio, con cuyos iones está ligada la excitabilidad y contracción. El potasio, cuyos iones retardan la fatiga muscular. El ion calcio y el fósforo.
6.Entre los gases se encuentra en cantidad el CO2

 

Tejido muscular estriado o esquelético

El tejido muscular estriado es un tipo de tejido muscular que tiene como unidad fundamental el sarcómero, y que presenta, al verlo a través de un microscopio, estrías que están formadas por las bandas claras y oscuras alternadas del sarcómero. Está formado por fibras musculares de forma cilíndrica, con extremos que mantienen el mismo grosor en toda su extensión, y más largas que las del tejido muscular liso.

Es el encargado del movimiento de los esqueletos axial y apendicular, y del mantenimiento de la postura o posición corporal. Además, el tejido muscular esquelético ocular ejecuta los movimientos más precisos de los ojos.

 

El músculo estriado o esquelético se fija en los huesos o la piel por medio de prolongaciones fibrosas llamadas tendones y está rodeado por una membrana llamada aponeurosis.

Tejido muscular liso

Los músculos lisos forman las paredes de las vísceras y no están bajo el control de la voluntad. Sus fibras no contienen estrías.

Este músculo tiene una similitud con el músculo estriado o esquelético. La diferencia es que no posee línea Z como lo posee el músculo estriado, sino que posee bolas densas que reemplazan a estas líneas Z.

 

Este puede ser unitario o multiunitario. Se le llama unitario cuando existe entre cada fibra de este músculo una unión (los llamados gap junctions); se les llama multiunitario si no están enlazados por uniones, sino que funcionan de manera independiente.

Este músculo y su función es muy importante, por ejemplo, los seres humanos presentan musculatura lisa en todo el tracto gastrointestinal, el cual, es importante porque interviene en lo que son las contracciones de peristaltismo.

 

El funcionamiento de la contracción es mucho más duradera que la del músculo esquelético debido a que no consume tanta energía como lo hace el mismo. La fase de contracción de este tipo de músculo es duradera, puesto que cuando la acción de unión de miosina y actina –mismos pasos de contracción que el músculo esquelético–, gasta menor cantidad de energía (la misma cantidad de ATP, pero menor consumo de energía), es decir, el metabolismo de gasto de energía de ATP es más lento que el del músculo esquelético.

El músculo liso forma capas dentro de los órganos huecos.

 

Tejido estriado cardíaco

Es de naturaleza estriada modificada y de control involuntario. Está presente solo y únicamente en el corazón, de ahí que se llame "cardíaco". Se puede decir, que el músculo cardíaco es el único estriado que tiene movimiento involuntario.

 

Hay diferentes tipos especializados de musculatura cardíaca tales como el músculo auricular, el músculo ventricular y el músculo de conducción. Estos se pueden agrupar en dos partes: Músculos de la contracción muscular (músculo auricular y ventricular) y músculo de la excitación muscular cardíaca (músculo de conducción).

Tiene características del liso y el estriado: Es estriado involuntario; sus fibras son rectangulares y a menudo se bifurcan; tienen un núcleo central, pero puede haber varios. Se encuentra en el corazón

El tejido muscular tiene las siguientes propiedades fisiológicas:

a) Excitabilidad o irratibilidad. Le permite recibir estímulos y responder a ellos.

b) Contractibilidad. El músculo generalmente se acorta y se hace más grueso, pero conserva el mismo volumen.

c) Extensibilidad. Puede estirarse.

d) Elasticidad. Esta propiedad le permite recuperar su forma original después de haberse contraído o extendido.

Cada fibra muscular se une a una fibra nerviosa a través de una placa neuromuscular donde se libera una sustancia llamada acetilcolina y obedece a la ley "del todo o nada"; esto quiere decir que la fibra se contrae totalmente o no se contrae.

Biomecánica muscular

 

Tipos de acción muscular

La tensión se produce durante la activación del músculo, la cual tiene lugar cuando el músculo recibe un impulso eléctrico y se libera la energía necesaria, lo que dará lugar a la unión y desplazamiento de los filamentos de actina y miosina en el sentido de acortamiento sarcomérico y elongación tendinosa. La activación siempre tiende a acortar la sarcomeras, tanto si el músculo se está acortando como elongando. Pero según la voluntad del sujeto o la relación que se establezca con las resistencias externas la activación del músculo puede dar lugar a acciones diferentes.

 

Isométrica

En este tipo no existe desplazamiento entre los segmentos articulares. La fuerza aplicada es igual a la resistencia a vencer. Existe un alargamiento del tendón y a la vez un acortamiento del músculo, en consecuencia no varía la longitud del mismo.

 

Isotónica concéntrica

Existe una aproximación entre los segmentos articulares, dando lugar a un trabajo positivo. La fuerza aplicada es mayor a la resistencia a vencer. Existe un mantenimiento de la longitud del tendón, pero un acortamiento del músculo, en consecuencia existe una disminución de la longitud del mismo.

 

Isotónica excéntrica

En este tipo de contracción, existe una separación de los segmentos articulares, dando lugar a un trabajo negativo. La fuerza aplicada es menor que la resistencia a vencer. Existe una elongación del tendón, y un acortamiento del músculo, en consecuencia se da un aumento del tamaño del mismo.

 

Auxotónica

Consiste en una combinación de dos contracciones anteriormente mencionadas como son; la isométrica y la isotónica concéntrica, las cuales se encuentran combinadas en distinta proporción. Ejemplos de esta contracción pueden ser; la ejecución de un golpe de golf, o el levantamiento de pesas en un banco.

Isocinética

Es un tipo de contracción dinámica con velocidad fija y la resistencia a vencer de tipo variable. Es una combinación de tres tipos de contracción; en primer lugar contracción excéntrica, posteriormente un tiempo mínimo de isometría y un tiempo final de trabajo concéntrico.

Tipos de fibras musculares esqueléticas

Existen dos tipos de fibras musculares esqueléticas que no se diferencian tanto en su estructura como en su actividad funcional, ellas son: las fibras musculares tipo I, denominadas también rojas o de contracción lenta y las fibras musculares tipo II, llamadas también blancas o de contracción rápida.

 

Fibras tipo I

Denominadas también rojas o de contracción lenta. Se caracterizan por un número reducido de miofibrillas que se agrupan en determinadas zonas, denominadas campos de Cohnheim.

El sarcoplasma es muy abundante y contiene una elevada cantidad de mioglobina ( lo que le da un color rojo muy intenso), de mitocondrias y de gotas lipídicas.

La abundancia de mitocondrias y la capacidad de almacenamiento de oxígeno que le confiere la mioglobina, determinan que la energía necesaria para sus procesos se obtenga fundamentalmente por vía aerobia, mediante el ciclo de Krebs.

 

La lentitud de la contracción es causada por el reducido número de elementos contráctiles (miofibrillas) en relación con la masa de elementos pasivos o elásticos, cuya resistencia debe ser vencida antes de que se produzca la contracción.

Son, por el contrario, fibras que no se fatigan fácilmente, pues por un lado obtienen gran cantidad de energía por unidad de materia consumida y poseen abundante reserva energética y por otro, en el proceso de combustión, la cantidad de productos residuales producidos es baja.

 

Fibras tipo II

Llamadas también blancas o de contracción rápida. Se caracterizan por la abundancia de miofibrillas que ocupan la casi totalidad del sarcoplasma. El sarcoplasma es muy escaso y también su contenido en mioglobina y en mitocondrias. Presenta un almacenamiento de carbohidratos en forma de glucógeno. Dentro de las fibras blancas se pueden distinguir dos subtipos: las Fibras II-A que obtienen la energía a partir tanto de la vía aerobia como de la vía anaerobia mediante glucólisis y las Fibras II-B en que sólo existe prácticamente la vía anaerobia. En este segundo caso, tanto las mitocondrias como la mioglobina son muy escasas. Son fibras de contracción rápida pues poseen un número elevado de elementos contráctiles en relación con los pasivos o elásticos. Las Fibras II-B se fatigan rápidamente pues la cantidad de energía producida es baja, sus reservas escasas y la producción de sustancias residuales alta. Las Fibras II-A tienen un comportamiento intermedio respecto a esta característica. Dentro de un músculo suelen existir fibras de ambos tipos, aunque según el tipo de movimiento habitualmente realizado predominan los de uno de ellos. Las fibras rojas predominan en los músculos posturales (músculos del tronco) cuya actividad es continua y las blancas en los músculos relacionados con el movimiento (músculos de las extremidades) que necesitan contraerse con mayor rapidez.

 

Funciones del músculo

A continuación se enumeran las funciones de los músculos:
Produce los movimientos que realizamos.
Generan energía mecánica por la transformación de la energía química (biotransformadores).
Da estabilidad articular.
Sirve como protección.


Mantenimiento de la postura.
Es el sentido de la postura o posición en el espacio, gracias a terminaciones nerviosas incluidas en el tejido muscular.
Información del estado fisiológico del cuerpo, por ejemplo un cólico renal provoca contracciones fuertes del músculo liso generando un fuerte dolor, signo del propio cólico.
Aporte de calor corporal, por su abundante irrigación, por la fricción y por el consumo de energía.
Estimulante de los vasos linfáticos y sanguíneos. Por ejemplo, la contracción de los músculos de la pierna bombean ayudando a la sangre venosa y la linfa a que se dirijan en contra de la gravedad durante la marcha.

 

El músculo es el órgano de mayor adaptabilidad. Se modifica más que ningún otro órgano tanto su contenido como su forma, de una atrofia severa puede volver a reforzarse en poco tiempo, gracias al entrenamiento, al igual que con el desuso se atrofia conduciendo al músculo a una disminución de tamaño, fuerza, incluso reducción de la cantidad de orgánulos celulares. En el músculo esquelético, si se inmoviliza en posición de acortamiento, al cabo de poco tiempo se adapta a su nueva longitud requiriendo entrenamiento a base de estiramientos para volver a su longitud original, incluso si se deja estirado un tiempo, puede dar inestabilidad articular por la hiperlaxitud adoptada.

 

Fuerza muscular

La fortaleza de nuestros músculos refleja la capacidad para producir fuerza. Si se tiene fuerza para levantar un peso de 135 kilogramos, es que los músculos son capaces de producir suficiente fuerza para superar una carga de 135 kilogramos. Incluso cuando están descargados (no intentando levantar un peso), estos músculos deben generar todavía suficiente fuerza para mover los huesos a los que están unidos. El desarrollo de esta fuerza muscular depende de lo siguiente:

Unidades motoras y tamaño muscular

Se puede generar más fuerza cuando se activan más unidades motoras. las unidades motoras FT (contracción rápida) generan más fuerza que las unidades motoras ST (contracción lenta) puesto que cada unidad motora Ft tiene más fibras musculares que una ST. De manera similar, músculos más grandes al tener más fibras musculares, pueden producir más fuerza que músculos pequeños.

 

Velocidad de acción

La capacidad para desarrollar fuerza depende también de la velocidad de la acción muscular. Durante las acciones concéntricas, el desarrollo de la fuerza máxima decrece progresivamente a velocidades más altas. Pensemos cuando intentamos levantar un objeto muy pesado, tendemos a hacerlo lentamente maximizando la fuerza que podemos aplicar. Si lo agarramos y tratamos de elevarlo rápidamente, probablemente no podremos, o incluso puede ser que nos lesionemos. No obstante, con acciones excéntricas, es cierto lo contrario. Las acciones excéntricas rápidas permiten la aplicación de la fuerza.

Patologías musculares

Las enfermedades y trastornos de la musculatura son variados y de diversas etiologías.
Atrofia por denervación, causadas por lesiones a las neuronas motoras del asta anterior de la médula espinal. Es transmitida por una genética autosómica recesiva relacionado con deleciones en el cromosoma 15.


Distrofias musculares, un grupo heterogéneo de trastornos hereditarios que cursan con debilidad y atrofia musculares, en algunos casos severos. Entre los más frecuentes se encuentra la distrofia muscular de Duchenne, distrofia miotónica de Steinert y la distrofia muscular de Becker.
Las miopatías inflamatorias incluyen la dermatomiositis, acompañada por erupciones en la piel y debilidad muscular, y la polimiositis, que parece ser de origen autoinmune.


Miastenia gravis, una enfermedad caracterizada por pérdida de los receptores de acetilcolina frecuente en mujeres más que hombres.
Tumores, como el tumordesmoide o fibromatosis agresiva, el rabdomioma y el cáncer maligno rabdomiosarcoma.

 

Hipertrofia muscular

Independientemente de la fuerza y la medida de rendimiento, los músculos pueden inducirse a hacerse más grande por una serie de factores, incluyendo las influencias hormonales, factores del desarrollo, entrenamiento de fuerza y las enfermedades. Contrariamente a la creencia popular, no se puede aumentar el número de fibras musculares a través del ejercicio. En cambio, los músculos crecen a través de una combinación de crecimiento de la célula muscular como nuevos filamentos de proteínas que se agregan a la masa de las células satélites junto con las células musculares existentes. Las fibras musculares tienen una capacidad limitada para el crecimiento a través de la hipertrofia y algunos creen que se separan a través de hiperplasia, si el sujeto aumenta la demanda.

 

Factores biológicos tales como los niveles de la hormona y la edad pueden afectar a la hipertrofia del músculo. Durante la pubertad en los varones, la hipertrofia se produce a un ritmo acelerado debido a que los niveles de las hormonas de crecimiento aumentan en el cuerpo del adolescente. La hipertrofia natural normalmente se detiene en pleno crecimiento de la adolescencia. Como la testosterona es una de las hormonas de crecimiento más importantes del cuerpo, los hombres alcanzan la hipertrofia muscular mucho más fácil que las mujeres. Tomando más testosterona u otros esteroides anabólicos aumentará la hipertrofia muscular.

 

Factores musculares, espinales y nerviosos afectan la construcción de músculo. A veces una persona puede notar un aumento en la fuerza en un músculo determinado, a pesar de que sólo su músculo contrario ha realizado el ejercicio, como cuando un culturista encuentra su bíceps izquierdo más fuerte después de completar un régimen centrado sólo en el bíceps derecho. Este fenómeno se llama cross education.

 

Los sistemas energéticos

El cuerpo humano utiliza la energía que generan las células a través de tres sistemas:
ATP (adenosin-tri-fosfato)-PC (fosfocreatina): Predominio de 3 a 6 segundos. Otro componente altamente energético, además del ATP, es la fosfocreatina (PC). Reconstruye el ATP para mantener un suministro relativamente constante. La liberación de energía por parte de PC, es facilitada por la enzima creatincinasa (CK) que actúa sobre la PC para separar el fósforo de la creatina y que así se pueda unir al ADP (adenosin-di-fosfato) para formar nuevamente ATP. Puede realizarse sin oxígeno por lo que es anaeróbico, no requiero de ninguna estructura especial.


Glucolítico: Se produce en el citoplasma de la célula y consiste en la liberación de energía mediante la descomposición de la glucosa, incluye el proceso de glucólisis, en donde influyen varias enzimas glucolíticas.


Oxidativo: Se produce en la mitocondria de la célula. Este sistema produce una tremenda cantidad de energía, por lo que el metabolismo aeróbico (en presencia de oxígeno se denomina respiración celular) es el principal productor de energía. Éste abarca 3 tres procesos: glucólisis, ciclo de Krebs y cadena de transporte de electrones.

 

Fractura de un dedo del pie


Generalidades del tema


¿Cuál es la causa de que un dedo del pie se quiebre (fractura) y cuáles son los síntomas?
Usted podría quebrarse uno de los dedos del pie si lo golpea contra algún objeto, si le cae algo encima o si lo dobla. Es posible que suceda una fisura muy fina (fractura por estrés) después de un aumento repentino en la actividad física, como correr o caminar más.

Los síntomas de una fractura de un dedo del pie podrían incluir:

Un chasquido o sonido seco al momento de la lesión.
Dolor que es peor al tocar o mover el dedo del pie.


Hinchazón y moretones.


Posible deformidad (no solo hinchazón), como cuando el dedo apunta en la dirección incorrecta o está torcido y fuera de su posición normal. Un dedo del pie dislocado también puede tener aspecto deformado.
Disminución del movimiento o movimiento que causa dolor.
¿Cómo se diagnostica una fractura de un dedo del pie?
Una fractura de un dedo del pie se diagnostica mediante un examen físico. Su profesional de la salud buscará hinchazón, manchas violáceas o negruzcas y azuladas, y sensibilidad. Es posible que se necesite una radiografía para determinar si el dedo del pie está quebrado o dislocado.

 

¿Cómo se trata?


La atención en el hogar después de quebrarse un dedo del pie incluye aplicarse hielo, elevar el pie y descansar. El tratamiento médico para una fractura de un dedo del pie depende de cuál sea el dedo quebrado, en qué lugar del dedo esté la fractura y qué tan grave sea la fractura. Si usted no tiene diabetes ni enfermedad arterial periférica, el dedo del pie puede ser vendado con el dedo no lesionado que se encuentra a su lado. Proteja la piel colocando una almohadilla suave, como de fieltro o de espuma, entre los dedos de los pies antes de vendarlos juntos. Es posible que deba vendarse el dedo lesionado entre 2 y 4 semanas para que sane. Si el dedo lesionado duele más después de vendarlo, retire el vendaje.

En raras ocasiones, es posible que se necesiten otros tratamientos, incluidos los siguientes:

Proteger el dedo de lesiones adicionales. Esto podría incluir usar tablillas para estabilizar el dedo del pie, un yeso corto en la pierna o un aparato ortopédico.


Cirugía, si la fractura es grave.
Se necesita tratamiento médico más a menudo en el caso de una fractura de un dedo gordo del pie que en el de los otros dedos. Una fractura que no recibe tratamiento podría causar dolor a largo plazo, movimiento limitado y deformidad.

 

Fractura de dedos de la mano


Las fracturas de la articulación interfalángica proximal (AIFP) de los dedos de la mano constituyen un problema de difícil solución en la práctica médica actual, pues generalmente se presentan como fracturas conminutas con luxación de la articulación dejando como secuela grave rigidez de las articulaciones, contracturas, limitación de los movimientos, artritis postraumáticas que afectan la función de los dedos y las manos.1-3

 

Las dificultades más importantes que se afrontan al tratar dichas lesiones son: mal estado de la piel y partes blandas, gran avulsión de tejidos, destrucción ósea de las superficies articulares con lesión de las estructuras que la estabilizan, exposición ósea, inflamación local, deformidad, inestabilidad articular, imposibilidad de la organización quirúrgica de los fragmentos óseos fracturados.

 

Múltiples han sido los métodos de tratamiento con resultados variables y grandes trastornos funcionales.4-8

Morgan y Douglas entre 1988 y 1992 experimentaron con éxito el tratamiento por medio de la tracción digital dinámica (tracción con movilidad temprana). Teniendo en cuanta los resultados satisfactorios obtenidos por estos autores1-3 en el tratamiento de las fracturas graves intra articulares de la AIFP de los dedos de la mano, que disminuyó las complicaciones y garantizó una función aceptable, se decidió realizar la investigación con el objetivo de introducir este método de tratamiento para los pacientes afectados con dichas lesiones.
Los dedos pueden lesionarse de muchas maneras.


También hay muchos tipos diferentes de lesiones en los dedos, porque una lesión puede afectar a los huesos, tendones, ligamentos, cartílago o músculos de un dedo.
El tratamiento dependerá del tipo de lesión que haya en cada caso. Un médico sabrá inmediatamente cómo tratar una lesión en un dedo.


Tipos de Lesiones
Abrasión: Este es el término médico para describir una raspadura en la piel, lo cual ocurre cuando una lesión levanta un pedazo de la capa superior de la piel. Un ejemplo de esto es una raspadura o rozadura en los nudillos. El dolor suele ser leve y normalmente puede tratarse en casa.


Contusión: Este es el término médico para describir un moretón o magulladura. Su causa es un golpe directo a la piel y a los músculos. La piel no se rompe y no hay cortadura. Al principio, la piel contusionada puede ponerse roja, luego morada, y por último de un color anaranjado-amarillento. Estos cambios en el color de la piel son consecuencia de la sangre derramada por los capilares o pequeños vasos sanguíneos rotos en la zona afectada. La piel también puede estar hinchada. El dolor suele ser leve a moderado. La zona de la magulladura es sensible al tacto. En general esto puede tratarse en casa.


Cortada - Superficial: Las cortadas superficiales (arañazos) penetran solo de forma parcial en la piel y rara vez se infectan. La cortada superficial o arañazo es una lesión a la piel hecha con un borde o filo cortante, como por ejemplo una uña, un clavo, un pedazo de metal, una rama de árbol o el borde de un pedazo de papel. Normalmente esto puede tratarse en casa.
Cortada - Profunda: Las cortadas profundas (laceraciones) atraviesan la piel. Las laceraciones son consecuencia de una cortada profunda en la piel con un objeto afilado. Las laceraciones con una longitud superior a ½ pulgada (12 mm) suelen necesitar suturas.


Dislocación: Una dislocación es una lesión en la que un hueso se desplaza fuera de su posición normal en la articulación, y ésta se ve siempre torcida o deformada. El dolor puede ser moderado o intenso. Una persona con este problema debe ir al médico de inmediato. El médico tratará la dislocación colocando de nuevo el hueso del dedo en la cavidad de la articulación.


Fractura: Este es el término médico para describir un hueso quebrado, roto o agrietado. El dolor es intenso y suele haber bastante hinchazón. El tipo de tratamiento necesario depende del tipo de fractura de que se trate. Normalmente el único tratamiento necesario para un dedo roto es una férula. Una fractura más grave puede requerir cirugía.


Esguince (Torcedura): Un esguince es el término médico usado para describir el desgarro o estiramiento excesivo de ligamentos. Los ligamentos son bandas de tejido que conectan los huesos entre sí. Por ejemplo, un esguince puede ocurrir cuando una persona se tuerce un dedo al atrapar una pelota de básquetbol. El dolor y la hinchazón pueden ser moderados o fuertes. Los esguinces leves se curan por sí solos con tiempo y reposo. Normalmente una persona con un esguince en el dedo necesita solamente una férula.


Punta del Dedo Aplastada: Esta lesión suele producirse al aplastar un dedo con una puerta o con un objeto pesado como un martillo. En la mayoría de los casos la punta del dedo tiene algunas cortaduras, una ampolla de sangre o una magulladura. Algunas veces se daña la uña. En algunos casos, poco frecuentes, puede romperse el hueso de la punta del dedo.
Hematoma Subungueal (sangre bajo la uña): Un consecuencia de una lesión por aplastamiento de la punta del dedo, como por ejemplo con un martillo. Mientras más sangre haya bajo la uña, más dolor produce la lesión. Si el dolor es intenso, podría ser necesario reducir la presión para aliviar el dolor si la sangre ocupa más de la mitad de la superficie de la uña. Esto debe hacerlo un médico u otro profesional capacitado, y requiere hacer un pequeño orificio en la uña para dejar salir la sangre. A veces la uña se cae después de este tipo de lesión. En ese caso crecerá una nueva uña en el transcurso de 6 a 12 semanas.


Escala del Dolor
Ninguno: No hay ningún dolor. El dolor es 0 en una escala de 0 a 10.
Leve: El dolor no le impide trabajar, ir a la escuela o hacer otras actividades normales. El dolor es 1-3 en una escala de 0 a 10.
Moderado: El dolor le impide trabajar o ir a la escuela y lo despierta durante el sueño. El dolor es 4-7 en una escala de 0 a 10.
Intenso: El dolor es muy fuerte. Quizá sea el peor dolor que ha tenido en su vida y le impide hacer sus actividades diarias normales. El dolor es 8-10 en una escala de 0 a 10.
¿Cuándo se Necesitan Suturas?
Cualquier cortadura que esté abierta probablemente necesite suturas. Las cortaduras con una longitud superior a ½ pulgada (12 mm) suelen necesitar suturas.
Toda herida abierta que pueda necesitar suturas debe ser examinada por un médico, independientemente del tiempo transcurrido desde el momento de la lesión.

 

Una fractura produce una ruptura parcial o completa en la continuidad del hueso. En los casos más graves, este puede romperse en varios pedazos.​ Pueden ser el resultado de un golpe, fuerza o tracción de gran fuerza, o una lesión por traumatismos mínimos como consecuencia de ciertos trastornos que debilitan los huesos, como la osteoporosis, la osteopenia, la enfermedad celíaca no diagnosticada, el cáncer óseo o la osteogénesis imperfecta, en cuyo caso se denomina fractura patológica.


Una fractura es la ruptura parcial o total de un hueso. Los sistemas de clasificación de las fracturas son varios , y dependen del tipo de rotura del hueso o zona corporal afectada, así como de otros factores asociados. Se pueden clasificar según su etiología en "patológicas", "traumáticas", "por fatiga de marcha o estrés" y "obstétricas".​

 

Exposición
Dependiendo si el punto de fractura se comunica o no con el exterior, se clasifican en:

Cerrada: si la punta de la fractura no se asocia a ruptura de la piel, o si hay herida, esta no comunica con el exterior.
Abierta: si hay una herida que comunica el foco de fractura con el exterior, posibilitando a través de ella, el paso de microorganismos patógenos provenientes de la piel o el exterior.


Localización en el hueso
Según su ubicación en el hueso, se clasifican en:

Fracturas periarticulares, ocurre en los extremos óseos y se dividen en epifisiarias y metafisiarias.
Fractura epifisiaria, ocurre en el tejido óseo esponjoso del extremo articular de un hueso, la epífisis, usualmente lugar de inserción de la cápsula articular y ligamentos estabilizadores de la articulación.
Fractura metafisiaria, ocurre en la metáfisis ósea, usualmente muy bien irrigada.
Fractura diafisiaria, ocurre en la diáfisis ósea, muchas veces son lugares con poca irrigación sanguínea.
Cuando una fractura se produce en un hueso afectado por una enfermedad se habla de fractura en hueso patológico. Las enfermedades más comunes que pueden afectar a los huesos son:

Enfermedad celíaca no diagnosticada. Las fracturas óseas pueden ser el primer y único indicio de su presencia, puesto que no es una simple enfermedad digestiva sino autoinmune sistémica (que puede dañar cualquier órgano o tejido corporal). Puede afectar a los huesos antes de que se produzcan lesiones en el intestino, es decir, aunque no se detecte con las pruebas tradicionales.


Se producen procesos inflamatorios o autoinmunes que atacan a los huesos, como consecuencia de una reacción anómala frente al gluten de la alimentación.​
Enfermedades del metabolismo calcio-fósforo: hiperparatiroidismo, raquitismo, osteomalacia
Enfermedades del sistema endocrino: hipertiroidismo y síndrome de Cushing
Enfermedades óseas: osteopenia, osteoporosis y osteogénesis imperfecta


En general, la fractura se produce por la aplicación de una fuerza sobre el hueso, que supera su resistencia elástica, en cuanto al mecanismo de aplicación de dicha fuerza sobre el foco de la fractura, podemos clasificarlas:

Por traumatismo directo, en las cuales el foco de fractura ha sido producido por un golpe directo cuya energía se transmite directamente por la piel y las partes blandas. Por ejemplo, el golpe de un martillo sobre un dedo, fracturando la falange correspondiente. En esta misma clasificación se encuentran las fracturas producidas como consecuencia de una caída, en las cuales el hueso es el medio de transmisión de la acción de la fuerza y el suelo u otro elemento contundente es el elemento que reacciona, superando la resistencia ósea.
Por traumatismo indirecto, en las cuales el punto de aplicación de la fuerza está alejado del foco de fractura. En este caso, las fuerzas aplicadas tienden a torcer o angular el hueso. Por ejemplo, la caída de un esquiador, con rotación de la pierna, produce una fractura a nivel medio de la tibia y el peroné, estando las fuerzas aplicada a nivel del pie fijo y de todo el cuerpo en rotación y caída.


Si la fuerza es aplicada paralelamente al eje de resistencia habitual del hueso, como lo que ocurre en las caídas de altura de pie sobre las vértebras, resultando en una compresión del hueso, acortándolo, se denominan fractura por aplastamiento.


Si la fuerza es aplicada sobre un punto de sujeción de estructuras tendoligamentosas, desgarrando un trozo del hueso, se denomina fractura por arrancamiento.
Por fatiga, también denominadas espontáneas, son aquellas en que la fuerza es aplicada en forma prolongada e intermitente en el tiempo. Por ejemplo, la fractura de marcha que se produce en algunos atletas o reclutas del ejército, que se produce en el pie (a nivel del segundo metatarsiano)


En niños y adolescentes
Las fracturas en niños y adolescentes tienen varias características que las distinguen de las que se presentan en adultos. En comparación con el hueso maduro de los adultos, el hueso en crecimiento tiene un coeficiente de elasticidad mayor, debido a su particular composición histológica. Esta elasticidad condiciona la aparición de fracturas que no se acompañan de ruptura completa del hueso en el foco de fractura. Debido a que no existe una ruptura completa, los síntomas observados en muchas fracturas en niños suelen ser de menor intensidad que los que se ven en adultos.

 

Existen diversos tipos de patrones de fractura exclusivos del hueso en crecimiento de los niños y adolescentes:

En "tallo verde": El hueso está incurvado y en su porción convexa se observa una línea de fractura que no llega a afectar todo su espesor. En su porción cóncava el hueso solamente se encuentra deformado.


En "botón o torus": La corteza del hueso se fractura solamente en uno de sus lados, deformándose sobre sí misma.
Deformación plástica: La diáfisis del hueso lesionado se incurva, sin que exista una fractura lineal que pueda observarse en radiografías. Sin embargo, sí se puede observar ruptura de las trabéculas óseas al microscopio.
El tratamiento de las fracturas en niños suele ser más sencillo y tiene en general mejores resultados que en adultos, debido a la alta capacidad de regeneración y remodelación del esqueleto en crecimiento.

 

Patogenia
Una fractura se produce cuando la fuerza sobre el tejido logra vencer la resistencia del hueso, dando origen a una fractura.

La resistencia del hueso es elevada (equivalente a una décima parte de la resistencia del acero), gracias a los cristales de hidroxiapatita que se superponen a las fibras de colágeno. Le confiere una resistencia muy elevada a la compresión pero no tanto a la tracción e incurvación laterales.

Con respecto a la forma, la estructura tubular hueca de los huesos largos  distribuye mejor las fuerzas de flexión y torsión que si fuera una estructura cilíndrica sólida, multiplicando su resistencia x 5’3 veces.​

 

La fractura de un hueso comprende habitualmente la destrucción de la continuidad del periostio, el tejido óseo propiamente dicho y el endostio.

 

Proceso de curación:​

Inflamación aguda con presencia de hematoma, edema y angiogénesis.
Reparación: Inicia la formación de callo blando y posteriormente comienza la osificación endocondral, dando inicio al callo duro.
Remodelación: Reemplazo de tejido óseo reticular por laminillar (maduro) gracias a la función de osteoclastos, osteoblastos y osteocitos. De esta forma se logra una volver a la estructura y funcionalidad original.


Cuadro clínico
Los siguientes son los signos y síntomas más habituales de una fractura:

Dolor
Impotencia funcional
Deformación
Pérdida de los ejes
Crépito óseo
Movilidad anormal
Hemorragia interna (hasta shock hipovolémico)


Tratamiento
El objetivo principal es conseguir la máxima recuperación funcional posible del segmento afectado mediante el establecimiento unas condiciones que faciliten los procesos  biológicos normales de consolidación en una posición adecuada de los fragmentos fractuarios.

El manejo de la fractura es en general el mismo, es decir:

Inmovilizar
Reducir
Rehabilitar


La forma en que se realiza cada uno de estos pasos es el que varía, desde los métodos ortopédicos hasta quirúrgicos.

Una de las formas correctas de inmovilizar una lesión ósea (fractura) es de articulación a articulación, esto con el fin de que no se mueva el hueso y cause más daño interno a los vasos sanguíneos o músculos, al inmovilizar la parte afectada se reduce dolor inflamación y se da estabilidad a la persona para ser trasladada a un hospital.