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Artículo: Dr. Marcelo Ochoa - Cirujano de Columna
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Autorizado para publicación en el Directorio Médico Quito y Guayaquil
Hernia de disco torácico
Ochoa Valarezo M.1, Lozada Tobar A.2*
1 Médico Tratante en Traumatología y Ortopedia, Cirujano de Columna, Hospital de Especialidades De las Fuerzas Armadas HE-1. Quito, Ecuador
2 Residente del postgrado en Ortopedia y Traumatología, Pontificia Universidad Católica del Ecuador
La prevalencia de hernias discales torácicas varía entre el 0.15% al 1.7% y de estas las que se localizan sobre el nivel T3 representa el 4%, siendo sintomáticas del 0.5% al 0.8%. Una búsqueda realizada en pubmed reveló que están documentados 29 casos de hernia discal torácica T1-2 desde 1954 hasta la presente fecha.
Paciente de 65 años con diagnóstico de hernia discal torácica en T1-T2 y fue tratado con prednisona oral en altas dosis, neuromoduladores, AINES (antiinflamatorios no esteroideos), opioides y kinesiología con seguimiento de 4 meses.
Introducción
La hernia discal es una patología bastante común con una frecuencia de 40 a 50 por cada 100.000 personas. Por el contrario, la hernia de disco torácica (HDT) es mucho más rara, con una frecuencia estimada de 0.15% al 1.7% y de estas las que se localizan sobre el nivel T3 representa el 4%, siendo sintomáticas del 0.5% al 0.8%.
Los procedimientos quirúrgicos en la columna torácica representan sólo del 0,15% al 4% de los procedimientos para la hernia de disco. Las HDT tienen un modo particular de revelación y progresión, dominado por el riesgo de compresión medular. La cirugía para HDT tiene mala reputación debido a sus dificultades técnicas y al riesgo de complicaciones potencialmente graves y difíciles de tratar.1
Los tratamientos conservadores son apropiados para los discos T1-T2 que dan como resultado una radiculopatía y
en algunos casos se resuelven espontáneamente.2
Presentación del caso
Paciente de 65 años sin antecedentes patológicos ni quirúrgicos, que acude con dolor EVA 10/10 en el borde espinal de la escápula derecha que se irradia por la zona axilar hasta el tórax anterior derecho a la altura del pezón, de tres semanas de evolución.
Fue evaluado por emergencia y consulta externa por varias especialidades, siendo valorado en nuestra consulta, donde se evidencia: dolor a la palpación en borde medial de la escápula, lado medial del brazo, parestesias en dermatomas C7-C8, sin déficit neurológico.
Se observa las imágenes obtenidas por resonancia magnética, revelándose la presencia de una hernia discal torácica a nivel de T1-T2. (Figura 1)
Figura 1a. Corte sagital de IRM columna cérvico-torácica, presencia de hernia discal torácica a nivel de T1-2; 1b corte axial de IRM columna cérvico-torácica, presencia de hernia discal torácica a nivel de T1-T2
Elpacientefuesometidoauntratamientointrahospitalario durante 3 días con el siguiente esquema terapeútico:
El tratamiento ambulatorio indicado fue
Durante el manejo inicial, el paciente experimentó una mejoría de su dolor, evitando el tratamiento quirúrgico. Durante la primera semana el EVA fue de 8/10, segunda semana 6/10, tercera semana 4/10, y la cuarta semana 1/10. Además retomó sus actividades normales.
Discusión
La hernia discal es una patología muy frecuente, sin embargo, en la región torácica alta es una entidad rara debido a la estabilidad relativa de la columna vertebral en este nivel. Las hernias de disco torácico se caracterizan por la protrusión del núcleo pulposo fuera de sus límites anatómicos normales.
La mayoría de las hernias de disco torácico son asintomáticas3, sin embargo cuando presentan sintomatología, lo más común es dolor en brazo, hombro y cuello (60%), así como cambios sensoriales (23%) y motores (18%). La radiculopatía es el hallazgo más frecuente (87%) en casos publicados, y el síndrome de Horner se observa en el 21% de los pacientes.4, 5
Durante la valoración al paciente que se presenta con este tipo de sintomatología, se debe realizar el diagnóstico diferencial entre patología de origen cardiovascular, pleuro-pulmonar, digestivo, osteomuscular y de origen psicógeno 6.
El diagnóstico se basa en una evaluación clínica e imagenológica, por lo que diferentes modalidades de imagen pueden ser útiles en la identificación de hernias torácicas, con sus ventajas y desventajas, incluidas radiografías, tomografía computarizada (TC) e imágenes por resonancia magnética (IRM).
La resonancia magnética documenta mejor los discos torácicos blandos T1-T2, mientras que la tomografía computarizada suele ser óptima para las hernias calcificadas.2
Los roles de las imágenes en la evaluación de las hernias incluyen establecer el diagnóstico, caracterizar el tipo, delimitar la extensión, identificar los contenidos, detectar complicaciones y marcar las pautas para la intervención quirúrgica.7
El manejo de las hernias torácicas T1-T2, pueden ser de tipo conservador en el caso de presentarse con una radiculopatía leve, se pueden usar corticoides, analgésicos narcóticos, relajantes musculares, neuromoduladores, además de los medicamentos antinflamatorios no esteroideos. La fisioterapia puede mejorar la calidad de vida y los bloqueos nerviosos selectivos ayudan a controlar el dolor radicular.
La cirugía para hernias de disco posterolaterales T1- T2 puede requerir descompresión transfacetaria con preservación del pedículo e instrumentación con tornillos pediculares. Sin embargo, para las hernias de disco centrales T1-T2, que resultan en una mielopatía significativa, la cirugía anterior puede estar justificada.2
Tradicionalmente, estos casos se han tratado quirúrgicamente, sin embargo, como en este caso, el manejo conservador con prednisona es exitoso.
En elaño 2015 se realizó un estudio controlado aleatorizado sobre el uso de corticoides orales para mejorar la función, pero no el dolor en la radiculopatía aguda debido a una hernia de disco, en el cual los hallazgos sugieren que los esteroides orales pueden proporcionar una mejora a largo plazo en la función en personas con radiculopatía aguda debido a una hernia de disco.6
Conflicto de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés en la realización del presente artículo. Así mismo declaran haber cumplido con todos los requerimientos éticos y legales necesarios para su publicación.
Bibliografía
N. T1–T2 disc herniation: Report of four cases and review of the literature. Surg Neurol Int. 2019
M. Magnetic Resonance Image Findings and Surgical Considerations in T1-2 Disc Herniation. Can J Neurol Sci J Can Sci Neurol. mayo de 2001;30(2):152-4.